El casco histórico de Sevilla fue un auténtico hervidero de emociones en la tarde-noche del domingo 14 de agosto, víspera de la festividad de la Asunción de Nuestra Señora a los cielos en cuerpo y alma, que en nuestra ciudad se define más rotundamente como la víspera de la Virgen de los Reyes. Y con el nombre de Ella por delante, como no podía ser de otra forma, se produjo el gran acontecimiento de este verano: el bando o pasacalles de “Puertas Abiertas” de la Agrupación Musical Virgen de los Reyes, con la participación de más de 320 músicos externos a la propia formación anfitriona del evento y procedentes, pues, de 65 bandas diferentes, por lo que en total fueron más de 400 almas las que pusieron música a las calles del centro de esta urbe milenaria para anunciar que al amanecer del día siguiente sale la Patrona de Sevilla y su Archidiócesis.
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Foto de Manuel J. Pozo
Tal y como estaba anunciado, el itinerario arrancó en la calle Rioja, frente al Convento del Santo Ángel, a las nueve de la noche, más bien de la tarde aún, y desde allí se recorrió Tetuán, la Plaza Nueva por delante del andén del ayuntamiento, la Avenida de la Constitución, Fray Ceferino González y la Plaza del Triunfo. No cabía un alfiler por ninguno de estos lugares, desbordando de alegría y entusiasmo el corazón de la ciudad en las horas previas a que la imagen mariana fernandina le regale su gótica sonrisa secular a los sevillanos y a todos aquellos que acudan desde cualquier localidad a contemplarla en esa mañana única del 15 de agosto. Quizás la única crítica negativa, pero ajena a los propios músicos, es la actitud de bastantes personas “cangrejeando” delante del banderín, hasta con “palos selfie” inclusive para ir grabando lo que acontecía, cuando por los lados, a pesar del considerable bullicio, se podía ir acompañando a la comitiva para disfrutar de todo su repertorio, y hasta de grabarlo si se quería.
Fue todo un acierto ver juntos en un mismo colectivo musical, aunque fuese por unas horas, a componentes, por ejemplo, de las bandas del Santísimo Cristo de las Tres Caídas de Triana y de la Centuria Macarena luciendo sus propios uniformes, tal y como hicieron todos aquellos músicos que no perteneciesen a Virgen de los Reyes, como los de Cigarreras, Redención, el Sol -los únicos que no poseían uniforme de verano y tuvieron que acudir con el suyo inspirado en el de gala de la Policía Local de Sevilla-, Encarnación, Esencia... Igualmente, acudieron muchos músicos de bandas de fuera de la propia capital, como la Inmaculada de la Calle Real de Castilleja de la Cuesta, Valme, Estrella y Presentación al Pueblo de Dos Hermanas, Santa María Magdalena de Arahal o Humildad de Lebrija, entre otras, aunque tampoco faltaron otras del resto de Andalucía, como Despojado de Jaén, Redención y Coronación de Córdoba, Santa Cruz y Nazareno de Huelva, Rosario y Pasión de Linares, Santa Cruz de Almería, Rosario de Cádiz, San Juan y Clemencia de Jerez, Cautivo de Estepona, Cautivo y Paso y Esperanza de Málaga, Asunción de Jódar o Lágrimas de San Fernando, por citar varias, y hasta asistieron de fuera de nuestra comunidad autónoma, como el Perdón de Alcázar de San Juan o la Amargura de Ceuta, e incluso miembros de bandas de música tales como la Cruz Roja, Esperanza de Córdoba, AMUECI y la Municipal de Mairena del Alcor.
