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Actualizado: 22 mar 2021 / 10:12 h.
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  • A pesar de todo, somos felices

Son muchos los informes que demuestran –o no–, que los españoles somos los más felices de Europa, o que estamos entre los cuatro o cinco países más dichosos del continente. Incluso el pasado año, con la pandemia, lo que llama la atención porque hemos sido enjaulados como loros, estamos perdiendo a diario familiares o amigos, millones de personas se han arruinado, el paro no para de crecer y seguimos sin poder abrazar a los seres queridos. Si a pesar de todo esto y más cosas, somos felices, los más felices de Europa, hay esperanza, y si hay esperanza hay futuro, y si hay futuro hay vida. Hablando de perder a seres queridos, ayer murió de un infarto el gran Chus Cantero, un vasco, sevillano de adopción, que logró hacer algo grande de la cultura en Andalucía, especialmente en Sevilla. El sábado estaba vivo, en un teatro sevillano, y ayer se le paró el corazón de golpe, dejándonos la sangre helada. Raro es el día que no nos llega la noticia de la muerte de algún amigo del alma al que ni siquiera hemos podido despedir como Dios o el corazón mandan. No poder abrazar o besar a quienes queremos, es algo terrible, como un castigo. Es tremendo no saber qué nos va a pasar mañana, si vamos a vernos entubados o viviendo en la calle sin tener para comer. Y a pesar de eso, los españoles somos tremendamente felices, cantamos, bailamos y nos tienen que llamar la atención los policías por hacer botellonas o meternos en fiestas flamencas clandestinas de copas y canutos. Incluso vamos a votar a una clase política impresentable, corrupta, como lo harán en breve en la Comunidad de Madrid donde hay una terrible guerra de intereses partidistas, que roza lo mafioso. Nos invitan a participar en la gran fiesta de la democracia, que para ellos es un desvergonzado festín de la corrupción. La extrema derecha nos asusta con la extrema izquierda, o al revés, y cuando les interesa pactan unos con otros sin pudor alguno. Y a pesar de eso, los españoles somos la cara de la felicidad, un tablao andante. Somos un chollo para los gobernantes, y eso es la felicidad para ellos.

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