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Actualizado: 24 jul 2019 / 09:34 h.
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  • Luis Caballero Polo. / El Correo
    Luis Caballero Polo. / El Correo

Durante muchos años escribió de flamenco en este periódico y es una gozada rebuscar en la hemeroteca porque el cantaor Luis Caballero Polo, que es a quien me refiero, era de los que escribían muy bien sobre este arte. Era hijo de un minero de Aznalcóllar (Sevilla), al que fusilaron en la Guerra Civil de 1936 por sindicalista y republicano. Luis vio, siendo un adolescente, cómo se lo llevaron para no volver a verlo jamás. Estos días me acuerdo mucho de él porque era de ideología comunista y no sé cómo vería lo que está pasando en nuestro país. Él jamás se cambió la chaqueta, aunque era muy moderado y respetuoso con las demás ideologías respetables. Escribir de flamenco era un desahogo y hablaba casi mejor que escribía. Lo hizo mucho tiempo en las célebres tertulias de Radio Sevilla que presentaba el doctor sevillano Rafael Belmonte, el hermano del gran torero. Entró en la tertulia por Antonio Mairena, su gran amigo, a pesar de que había en ella flamencólogos muy de derechas. Pero Mairena le dejó claro que allí no se hablaría de política, solo de cante, y Luis destacaba por su sabiduría flamenca y la gracia fina con la que contaba las anécdotas. Su relación con el maestro mairenero comenzó mucho antes, cuando en otra emisora de radio sevillana, Radio Nacional, Belmonte ponía y comentaba discos. A Mairena le encantó cómo hablaba Luis de flamenco y lo fichó para el mairenismo. No eran muchos los cantaores capaces de hablar y escribir bien sobre este arte y Antonio era un hombre que valoraba la cultura y que quería rodearse de intelectuales, a poder ser, que escribieran y hablaran bien de él y de su causa gitano-andaluza. Una mañana, en la Cafetería América, en el Duque, tomé café con los dos y comprobé la admiración que se tenían. Pero en un momento de la conversación, Antonio le restó importancia al cantaor don Antonio Chacón en los cantes básicos, o sea, en las seguirillas y soleares, y Luis le dijo: “Antonio, esas cosas me las dejas a mí, que soy chaconiano”. Y Mairena se calló. No sé lo que se está haciendo para conmemorar el centenario de su nacimiento, pero Luis Caballero Polo, de Aznalcóllar, rojo y culto, hizo una gran labor en pro del flamenco. Y cantó en maestro.