Lo has visto como yo, como lo ha visto Infantino (premio) con su rima, el Mundial de la vergüenza y la grima.
Un Mundial comprado y en manteca europea huntado.
Un Mundial con casi 7000 muertos silenciados a golpe de petrodólares.
Un Mundial de vetos a las libertades, abierto a la falsa de ver a futbolistas africanos de pie, mientras blanquitos blanqueadores del racismo, no hicieron lo mismo. Postureo de cuerpo a tierra y vamos a darle al mundo por la trasera.
Has visto como yo el Mundial, porque nos gusta el fútbol, y porque sabías que encontrarías motivos para divertirte, emocionarte, y hasta indignarte.
El Mundial catarí, que por el VAR te vi venir, tenía 3 Reyes Mágicos viviendo en París, y sólo una corona que se la llevó el D10S del fútbol moderno. Papá Lionel lleva la copa a casa por Navidad,con su musculatura de almendro.
Atrás quedaron los bailecitos de Ney y las posturitas de un tremendo definidor como es el niño ninja.
Sonrisas y lágrimas de un Mundial en el campo, que de perfil no vio venir la crónica marquesiana de la muerte anunciada de Amir.
Amir Nasr-Azadani, tuvo la valentía de alzar su voz y protestar contra la represión del régimen de los ayatollah (no me toques la pirola, que cantaba Siniestro Total) contra las mujeres iraníes.
A Amir lo juzgaron y está condenado a la horca por “enemistad con Dios» y D10S no hizo nada por él.
Catarí que te vi, tienes tan poca vergüenza como tu primo iraní.