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Actualizado: 15 abr 2016 / 20:28 h.
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La verdad se corrompe tanto con la mentira, como con el silencio. Así podría sacar a relucir Cicerón su cita en una situación político-social tan grotesca como la que estamos aconteciendo con los llamados papeles de Panamá, en los que un número considerable de reconocidos artistas, políticos o banqueros han visto cómo sus triquiñuelas fiscales han salido a la luz ante el asombro del resto de mortales que seguimos con cuentas corrientes en las sucursales de nuestro barrio.

Hablamos de la que se ha convertido en la mayor filtración a la prensa internacional de documentos confidenciales de la historia más reciente. Para que todos nos entendamos, esto tiene su origen en el despacho panameño Mossack Fonseca, firma de abogados especializada en el asesoramiento jurídico-fiscal basado en la ocultación del patrimonio a través de sociedades situadas en paraísos fiscales, las llamadas sociedades offshore, pero pese a la gran cantidad de personajes que aparecen en sus filtraciones, no es, ni mucho menos, el principal despacho o el más puntero en la materia, por lo que háganse idea del número tanto de personas físicas como jurídicas, que utilizan estos servicios profesionales para la evasión fiscal.

Ustedes se preguntarán para qué narices sirve tener una sociedad en Panamá. Pues es sencillo, en la gran mayoría de casos se utilizan con el único fin de mantener en el anonimato al auténtico titular de una cuenta bancaria, la cual casi nunca se encuentra en Panamá, sino como podrán haber adivinado, se localizan en nuestra muy estimada Suiza. ¿Y Suiza? ¿Qué pasa allí? Pues verán, hace unos diez años se aprobó una Directiva Europea, la cual versaba sobre el ahorro, a la que el país helvético se adhirió de manera voluntaria (ya que no forma parte de la UE) con la intención de acabar con su fama de cortijo de millonarios y delincuentes que llevaban allí su dinero (obtenido a saber de dónde o de qué manera) con la intención de no tributar en su país de residencia. Con esta Directiva los bancos debían permitir que saliera a la luz la identidad de los titulares de esas cuentas, y así exponerlos ante las agencias tributarias nacionales. Esto como pueden suponer no sentó bien entre los reputadísimos clientes de las entidades bancarias helvéticas, por lo que las autoridades de dicho país negociaron para tan sólo desvelar el nombre de los titulares personas físicas de las cuentas, en ningún caso afectando a las sociedades. ¿Cuál era entonces la solución? Crear una sociedad tras la cual se ocultara el verdadero titular de la cuenta, en un país donde se permita el secreto de la titularidad de sus dueños, y ¡a evadir!

Cierto es, y todo hay que decirlo, que cómo nos hemos cansado de escuchar en los últimos días por parte de los protagonistas de dichos papeles o sus fieles defensores, que no toda sociedad creada en Panamá resulta ilegal (permítanme mis sospechas, dado que la gran cantidad de personajes que han salido a la luz han visitado Panamá tanto, o menos, que usted y yo), existen motivos completamente respetables y nada delictivos que pueden llevar a crear estructuras o mecanismos empresariales en países considerados paraísos fiscales, por lo que depende de la utilidad que usted le de, si la crea para ocultarle Hacienda su cuantioso patrimonio, pues sí, estaría usted delinquiendo.

Y ahora surge otra pregunta, ¿ésta gente irá a la cárcel? Pues depende de cada caso y cada país. En el supuesto de España, la mayoría de personajes que han aparecido en dichos papeles se acogieron a la amnistía fiscal que se propuso por parte de este Gobierno en 2012, con la intención de traer a España los capitales que se encontraban en dichos países con baja o nula tributación con un coste de regulación irrisorio (ojo, que no ha sido únicamente este Gobierno el único que ha propuesto amnistías fiscales con tal fin, sino que en legislaturas anteriores otros también llevaron a cabo dicha medida).

Asimismo, la gran mayoría de personas que aparecen reflejadas en dichos papeles son anónimas, pero no bajen la guardia porque aún no se ha desvelado la totalidad del contenido de los mismos, por lo que todavía queda mucho por despapelar y nos podemos llevar grandes sorpresas.