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Actualizado: 27 sep 2022 / 08:20 h.
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  • Dígale a sus hijos que no renuncien a su talento

Sevilla amanece a la luz del martes 27 de septiembre siendo partícipe, como cualquier otra ciudad del mundo, de un formidable logro acontecido hace escasas horas: el éxito de la misión espacial DART para que una nave no tripulada se estrellara contra un asteroide con el fin de experimentar si somos capaces de modificar la trayectoria de uno de esos enormes y rocosos cuerpos celestes en el caso de que se detecte que puede colisionar con nuestro planeta. Hagan cuentas dentro y fuera de los colegios: se ha enviado una sonda de 19 metros de largo y 570 kilos de peso para chocar, viajando a una velocidad de 22.000 kilómetros por hora, y colisionando a una distancia de unos 11 millones de kilómetros respecto a la Tierra, contra un asteroide, de nombre Dimorphos, que tiene 160 metros de diámetro y pesa 5.000 millones de kilos, para intentar que su órbita se desvíe 15 metros. La popular expresión 'encontrar una aguja en un pajar' mantiene su carga metafórica pero en este caso aplicada a escala de cálculo infinitesimal para dar en el blanco. No puede dejar de asombrarnos la capacidad humana de alcanzar metas que se antojaban inimaginables. Y se ha retransmitido en directo a través de la web de la NASA y en Youtube. Falta conseguir que la condición humana evolucione más para aplicar al unísono sus esfuerzos en pro de retos acuciantes, como frenar el proceso del cambio climático, en lugar de seguir empeñados en destrozarnos mediante guerras como la de Rusia en Ucrania.

Esta perspectiva de amanecer ilusionante tiene en Sevilla un horizonte propio y especial. Este martes 27 comienzan las actividades del Congreso Mundial de Parques Científicos y Áreas de Innovación. Durante cuatro días, Cartuja es el eje de toda la constelación de recintos y distritos de fomento de la investigación aplicada que existen en ciudades de 73 países. Tanto las superpotencias como las naciones de similar dimensión a la de España, o las emergentes en cualquiera de los cinco continentes. Es una cita de gran importancia cualitativa, donde lo de menos es el número de habitaciones de hotel que se ocupan durante unas jornadas. Es una oportunidad a aprovechar para seguir impulsando que el desarrollo y el empleo de la capital andaluza se base mucho más en potenciar el talento y la creación de innovación que en aguardar la llegada de visitantes. Y es momento de rendir tributo y felicitar a los empresarios y científicos de Sevilla que a finales del siglo pasado se atrevieron a afincarse en la isla de la Cartuja para desarrollar sus iniciativas, cuando tras la conclusión de la Expo'92 era un espacio desvertebrado y sin servicios urbanos básicos, a contraestilo del funcionamiento cotidiano de la ciudad. No hicieron caso a los agoreros de turno, fueron perseverantes y sentaron las bases del liderazgo que en la actualidad ostenta Cartuja en el rumbo de Sevilla. En dimensión económica, en empleo cualificado y en muchos intangibles que impactan positivamente en el conjunto de la ciudad, tanto en su internacionalización como en su modernización. Y Cartuja no ha tocado techo. Todavía debe dar mucho más de sí.

El conjunto de la ciudadanía se sentirá al margen de lo que suceda en relación a este congreso. Pero su amanecer coincide con otras dos citas que comparten este horizonte motivador. Hoy martes 27 y mañana miércoles 28 tiene lugar en el auditorio del Cartuja Center Cite el comienzo de la tercera edición del programa formativo Sputnik, que cada año inspira en Sevilla a 500 adolescentes y jóvenes de entre 16 y 25 años para que se motiven a esforzarse y aventurarse en ser personas que desarrollen lo mejor de sí mismos y en pos de participar muy activamente en la creación de un mundo mejor. Bien sea como empresarios, como científicos, como tecnólogos, o como impulsores del bienestar social. Sputnik, fundado y dirigido por Juan Martínez Barea, aglutina sin ánimo de lucro la potencia aleccionadora y complementaria de 15 perfiles de ese cariz, que despertarán la llama de la vocación. Desde el firmamento del jienense José Vicente Siles, ingeniero jefe de la misión espacial Asthros en la NASA, al emprendimiento desde Dos Hermanas de Katia Simone, fundadora de la empresa Aoklabs, de cosmética ecológica, y lo que está logrando para mejorar la vida de mujeres en Ghana.

Y la gran convocatoria de esta semana a la que acudir para descubrir y disfrutar, altamente recomendable para ir en familia con los niños (y niñas), o en pandilla con otros adolescentes/jóvenes, es La Noche de los Investigadores, que se celebra el próximo viernes 30. Sevilla es una de las 372 urbes europeas que convoca a ello, con multitud de actividades divulgativas y divertidas a lo largo de la tarde y noche (rutas, talleres, experimentos, actuaciones,...), sobre todo en Plaza Nueva, organizadas por todas las entidades de investigación, ciencia y universidad que tienen implantación en la ciudad. Con el objetivo de mostrar de forma sencilla, directa y estimulante que cualquier aspecto de la vida cotidiana se fundamenta y evoluciona gracias a investigar, y gracias a los jóvenes (chicos y chicas) que deciden orientar sus energías y su itinerario vital en esa dirección. Tenga en cuenta la coincidencia con la Carrera Nocturna del Guadalquivir para saber por dónde le conviene moverse, y a qué horarios, con el fin de evitar cortes de tráfico y atascos. No pierda la oportunidad de asistir a la Noche de los Investigadores. Y dígale a sus hijos e hijas que no renuncien a su talento. Que se crezcan ante las dificultades y las incertidumbres. En todas las épocas ha habido problemas y obstáculos. Se trata de entender que la primera y más importante barrera que eliminar es la inercia a autolimitarse.

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