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Actualizado: 04 dic 2022 / 05:30 h.
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  • El álbum de Sofía

¡Me encanta compartir tiempo con mi sobrina Sofía! Siempre aprendo algo de ella, me hace reflexionar y nos divertimos un montón. Ayer hablamos por videoconferencia y, además de su nuevo corte de pelo (muy a lo «pixie») me enseñó su álbum de cromos de fútbol, ¡pedazo de colección tiene! Guarda como un tesoro, sobre todo, los cromos de los jugadores del Betis (¡es bética desde la cuna!), los cogía con mucho cariño y cuidado entre sus manos mientras exclamaba: «esto es... ¡Vamos! no los cambio por nada». Acto seguido, me mostró el álbum y empezó a explicarme algunas curiosidades sobre los cromos. Algunos estaban calificados como «ídolos»; otros como «diamante», también había «turboman», el codiciado «balón de oro», los codiciados «súper crack», «intocables» y «¡de `momentum´ sólo hay 5 y yo tengo 1!», todos ellos perfectamente ordenados, ocupando el lugar correspondiente en su funda del álbum, ¡aquello parecía el paseo de la fama de las estampitas!

Todos somos especiales

Estas tres palabras retratan la conclusión que saqué del álbum de Sofía: todos-somos - especiales y lo somos a nuestra manera, me pareció muy interesante y divertido que hubiese tantos apelativos extraordinarios para describir aquellos cromos y, ¿no es precisamente ese el ID de la vida? me refiero que aquello que nos ayuda a identificar nuestra existencia es aquello que nos hace marcar una signiticativa diferencia por Interesante y Divertido, pues lo que despierta nuestra inquietud y logra que disfrutemos, que despertemos nuestra creatividad, es lo que más valor consigue aportar.

A veces las personas somos un poco como esos cromos: nos repetimos, nos salimos de nuestro lugar y nos perdemos, sentimos que estamos solos (aunque, tal vez, lo que buscamos esté en la siguiente página del álbum), de repente, descubres que eres «diamante», «turboman» o «intocable», ¡te alegras, te sientes especial, te escogen para jugar!, tras una partida complicada, ¡consigues ganar! entran a formar parte del álbum algunos compañeros más y, finalmente, ¡lograste completar tu propia colección! ¡Qué alegrón!

El álbum se ve impecable, completo, con cada cromo en su lugar, aunque mi parte favorita sigue siendo cuando se mezclan todos, como formando un abanico, eso siempre aporta frescura...