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Actualizado: 26 abr 2021 / 21:48 h.
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  • Pablo Echenique en el Congreso de los Diputados. / EFE
    Pablo Echenique en el Congreso de los Diputados. / EFE

El pasado 14 de abril, aniversario 90 de la segunda república, el portavoz de Podemos en Las Cortes, Pablo Echenique, reflexionó sobre el tema del esfuerzo y la superación, llevando sus consideraciones hacia algo propio de la doctrina neoliberal, que premia el esfuerzo para luego decirle a quien no logre los fines perseguidos por dicha doctrina que es el responsable de su fracaso. Echenique estaba en cierto sentido siguiendo las ideas de un filósofo de moda, el coreano Byung-Chul Han, quien postula la teoría de la autoexplotación y por tanto de la autoculpa. Ya no hace falta recurrir a eso de que el empresario o el capitalismo me explotan, ahora el que te explotas para no defraudar al papá mercado y a tu empresa, eres tú mismo.

La teoría es acertada pero no puede servir de pretexto para dar el bandazo al polo contrario y menos en un contexto de sociedad digital estimuladora del narcisismo y la vagancia. Podemos y el PSOE -la izquierda española- son los máximos responsables de que no se desarrolle algo básico para que cualquier ser humano, doctrina, ideología o cultura, lleven a cabo el elemento clave que necesita el humano para cumplir con el requisito que le exige la vida: el esfuerzo para sobrevivir, y ese sobrevivir -en un amplio sentido del concepto- no entiende de posturas ni de políticas. Es significativo que un ejemplo claro y admirable de esfuerzo como es Pablo Echenique caiga en la trampa de creer que todos los seres humanos pueden llegar a consumar algo siquiera parecido a lo que ha hecho él a pesar de la enfermedad muscular degenerativa hereditaria que sufre desde niño, algo que no le ha impedido ni licenciarse en la universidad ni doctorarse ni lograr una plaza de científico en el CSIC.

Isabel Díaz Ayuso en una entrevista en El Confidencial, realizada el 18 de abril por Paloma Esteban e Itziar Reyero con vídeo de Giulio Piantadosi y fotografías de Alejandro Martínez Vélez, manifestaba:

Pregunta. ¿El PP debe asumir que Vox es su aliado natural para gobernar en España? Casado rompió amarras en la moción de censura, ¿hizo bien?

Respuesta. Pues dependiendo de las circunstancias, de cómo salgamos de estas urnas, de cómo vaya el futuro... Lo que sí que tengo claro es que hay una serie de políticas que debemos evitar. Y es la de aquellos que intentan reescribir la Historia de España, lo que han supuesto estos 40 años desde la Transición. O que buscan trasladar a las nuevas generaciones que España es un país fallido con una historia decadente, de grandes violaciones... En fin, políticas que trasladan un ataque constante a la cultura española, a la cultura del esfuerzo y del sacrificio. Ese tipo de política que entró con Podemos en las instituciones es lo que lo ha embarrado todo. Eso es para mí lo preocupante. ¿Si a los lados hemos de entendernos? A mí me parece que será el momento de pensarlo de aquí en adelante. Primero vamos a ver cómo va todo en Madrid y veremos en qué circunstancias nos vemos en el futuro.

Desde luego es cierto que hay una estrategia clara de cierta derecha para destrozar en lo que pueda el estado del bienestar e imitar a la cultura patológica de Estados Unidos en lo que se refiere a sus postulados socioeconómicos. Pero lo que no puedo aceptar de ninguna manera es que la solución a ese desastre mental al que hemos llegado sea la caridad y la igualdad, dos conceptos que poco o nada tienen que ver con la transformación ética y productiva de la sociedad y que suelen llevarse a cabo marginando a quien se esfuerza y emprende. La caridad procede de la religión y la igualdad de un marxismo convertido en religión. El reto está en saber darle a cada cual según su esfuerzo y sus capacidades dentro de un contexto en el que el sujeto no deba preocuparse por cubrir sus necesidades básicas: salud, techo, trabajo. Todo ello debe estar asentado en un sentido de la vida, en unas raíces sólidas en lo histórico y lo personal. Mientras Echenique, Podemos y toda esa izquierda débil se base en el buenismo de la masa o debilite las bases psicohistóricas de una nación o una ministra que se considera de izquierdas diga niños, niñas y niñes, no moveré un dedo por ese personal que nos está llevando a la destrucción psíquica, al vacío, a la quimera. Luchar con la razón contra la razón es posible, hacerlo contra la ortodoxia de la ignorancia es casi imposible.

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