La prueba testifical propuesta por las acusaciones pone de manifiesto la alta calidad profesional de todas las partes. En especial, del Presidente del Tribunal que, con todas sus abundantes y atinadas intervenciones - incluso didácticas - patentiza las garantías de los derechos de los acusados en un juicio que, seguramente, terminará, vía recurso, ante el Tribunal de Estrasburgo.
Anunciadas las intenciones soberanistas del Gobierno catalán, convocado un referéndum de autodeterminación, suspendido y prohibido este por el Tribunal Constitucional, y encomendada judicialmente la efectividad de esta prohibición a las fuerzas del orden autonómicas y estatales, ¿cómo fue posible qué las medidas adoptadas fueran ineficaces? Y ¿por qué el relato gráfico de los independentistas sobre las confrontaciones tuvieron una más favorable acogida internacional que el ofrecido por las fuerzas del orden? La respuesta a estas dos preguntas nos parece que radica en la ingenuidad gubernamental de esperar, pese a los recelos existentes, que las fuerzas del orden autonómicas actuaran de forma leal y decidida. No hubo por ello plan B, ni en materia de orden público ni de actuación internacional
Resta aun mucho juicio. En lo que llevamos, la línea profesional de los Mossos se ha desmarcado de la línea política y, además, se están constatando hechos, hasta ahora no publicitados, que justifican las acusaciones. Y persisten las "astutas" desobediencias del Govern. ¿Busca el Sr. Torras una inhabilitación que le convierta en víctima y le saque del avispero?
Decían los romanos que los juicios los fallan las estrellas. Nosotros, que, tras la valoración de las pruebas, el caso se fallará por siete jueces justos en un Estado de Derecho.