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Actualizado: 20 sep 2021 / 10:21 h.
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  • El yate de Amancio Ortega y la mala baba de Echenique

Amancio Ortega vuelve a ser atacado sin piedad. Esta vez gracias a un yate que compró a través de empresas ubicadas en Malta. El barco se bautizó con el nombre de «Drizzle» y navega con bandera de Malta. En ese país, el régimen fiscal para yates de más de 24 metros de eslora es especialmente beneficioso. Costó este barco la friolera de 95 millones de euros y si Amancio Ortega hubiera matriculado en España esta embarcación los impuestos hubieran sido 24 millones más de los que ha pagado (en concepto de IVA e impuesto de matriculación). Además, tener 18 tripulantes contratados es mucho más caro en España que en Malta.

Volvemos, una vez más a la casilla de salida si tratamos cualquier asunto que tiene que ver con Amancio Ortega. Los datos que he mencionado son objetivos e indiscutibles. Pero los datos que no he citado son igual de objetivos e indiscutibles.

Por ejemplo, los aparatos que donó Ortega a la Seguridad Social son del sistema Leksell Gamma Knife, equipos de una potencia y seguridad asombrosa en el ámbito de la cirugía intracraneal. El precio por unidad supera los 3,5 millones de euros. Por cierto, en alguna Comunidad Autónoma siguen sin estar operativos por falta de voluntad. Penoso.

Las empresas de Amancio Ortega generan decenas de miles de puestos de trabajo (si mi información es correcta, hablamos de más de 170.000). Los impuestos que han pagado las empresas de Ortega en España han superado los 1.650 millones durante el año pasado. La generación de riqueza para el Estado español por parte de las empresas de Ortega es muy elevado. Las donaciones de Ortega a Cáritas han sido ejemplares... Muchos datos objetivos.

Es cómico que Pablo Echenique se haga eco de una noticia publicada en un medio digital español (totalmente cierta y contrastada) para lanzar la espuma que le sale por la boca contra Amancio Ortega. Él que pagaba en negro a su asistente no pierde ocasión de hablar mal del empresario. Es penoso que solo hable de Amancio Ortega para encender los ánimos de sus seguidores y no diga una palabra si la noticia tiene componentes que no dejan lugar a dudas sobre la bondad de una decisión por parte de Ortega.

Siempre la misma historia. Es posible que las condiciones de trabajo en India (país en el que Inditex fabrica parte de sus productos) sean nefastas. Ortega no tiene la culpa y es uno más, puesto que las grandes empresas de todo el mundo deslocalizaron su producción para colocarla en países emergentes. Es posible que parte de los impuestos que pagan las empresas de Ortega se queden en otros países porque las empresas se encuentran registradas en ellos. Es posible que se pudiera discutir sobre algunos aspectos que tienen que ver con las empresas de Ortega y las de cualquiera. Es seguro que la desigualdad en el mundo es atroz y que los pobres son muchos y los ricos pocos aunque tienen en sus manos gran parte de la riqueza del planeta. Pero, del mismo modo, es posible que tengamos que estar orgullosos de empresarios como Amancio Ortega que genera puestos de trabajo, bienestar y riqueza. Amancio Ortega no es el responsable de que el mundo sea un desastre.

Prefiero un empresario como Amancio Ortega a un político como Echenique (o cualquiera que esté viviendo de los likes conseguidos en redes sociales, de lo inmediato aunque esté vacío y seco, y poco más). Ya lo creo que lo prefiero.