Una lectora y amiga de Roquetas de Mar, en Almería, me sugiere escribir sobre la necesidad de que los ayuntamientos se responsabilicen ya, con la colaboración de animalistas, de aplicar el programa CES (Captura, Esterilización y Suelta en el lugar donde viven) para la gestión eficaz y ética de las colonias de gatos callejeros.
Se trata de un programa que se aplica ya en numerosas localidades de España con la ayuda de voluntarias y voluntarios que, en muchos casos, lo vienen aplicando por su cuenta desde hace tiempo y contando solo con el esfuerzo personal en tiempo y dinero.
En la última Jornada Felina Europea celebrada en noviembre de 2016 en Barcelona se hizo balance de las ciudades que habían incorporado este programa a sus estrategias de salud pública y bienestar animal. Utrera estaba entre las que lo aplicaban y Málaga entre las que habían anunciado su aplicación.
En la lista negra de los municipios que matan a sus gatos callejeros o son indiferentes al problema aparecían Sevilla, Almería, Chiclana y Cádiz. Pero el problema en Andalucía está muy extendido porque en la mayoría de los pueblos y ciudades no se han decidido todavía a abordar el tema, pese a las peticiones vecinales y de asociaciones protectoras de animales.
Los programas de Captura, Esterilización y Suelta de los gatos que viven en la calle implican la captura de los felinos sin dolor (con cajas trampa), llevarlos al veterinario para que sean esterilizados y vacunados, el marcaje de sus orejas con una pequeña muesca (es la marca para reconocer a los felinos ya esterilizados) y su vuelta a la colonia de origen.
En España hay, además, unos trescientos veterinarios especializados en Medicina Felina de la Asociación de Veterinarios de Pequeños Animales que están dispuestos a colaborar en la puesta en marcha de estos programas en los ayuntamientos de las ciudades en las que trabajan. Si quieren saber más entren en enelnombredelgato.com que me ha servido para titular esta columna.