Ya te había dicho que la primavera es mi estación favorita del año, ¿verdad? Y es que el pasado miércoles, 6 de Abril ¡fue mi cumpleaños! Siempre me hace ilusión celebrar mi «aniversario vital» ¿no es esa la mejor forma de sentir el estreno de un nuevo año? Así en lugar de decir: «me han caído encima x años...», te sientes sencillamente genial al compartir: «aquí estoy, celebrando mi aniversario vital», casi «ná«...
Es curioso, ¿te has fijado en que cuándo se habla de edad siempre se dice «cumplir» y no «disfrutar»? Creo que prefiero celebrar el «disfrutAño» al «cumpleaños», porque eso de «cumplir» me suena a «quedar bien», a algo superficial, a «bueno, si no queda más remedio»; como si tu «aniversario vital» fuera una obligación, cuando, en realidad, ¡es una satisfacción! ¡La prueba más evidente de que aquí sigues, «vivito y coleando»!
Con cada año que pasa cada vez me va quedando más claro que la vida va más de disfrutar que de cumplir... ¡En serio! Creo que sería una buena idea empezar a celebrar los «disfrutAños»... Disfrutar alude más a la calidad que a la cantidad; cuando disfrutas, aprendes; cuando disfrutas, aportas; cuando disfrutas, mejoras las cosas; cuando, disfrutas, alimentas tus emociones; cuando disfrutas, fortaleces tus relaciones... ¿El elixir de la eterna juventud? ¡Disfrutar de la vida con salud!
«Cumplir» es otra cosa... «Cumplir» alude a una carencia, a «rellenar lo que falta»... Se cumplimenta una solicitud, pero cuando hablamos de algo tan genial como el TÚ, ¡ese Talento Único que Dios te ha dado merece ser disfrutado!