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Actualizado: 10 ene 2023 / 12:45 h.
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  • ¿Has leído la Laudato si’?

¿Os acordáis cuando se pisó por primera vez la luna? Fue el 20 de julio de 1969, momento extraordinario y único en la historia de la humanidad. Desde entonces, la población mundial se ha más que duplicado y en todos los aspectos de nuestra vida se han ido produciendo cambios exponenciales, en lo científico, en los tecnológico y por supuesto en nuestro estilo de vida. Mientras en cierto0s aspectos veíamos como mejoraba nuestra vida en occidente, también íbamos descubriendo como se iba deteriorando la vida de la biodiversidad y la calidad del medio ambiente.

En Naciones unidas, alarmados por la situación mundial, lanzaba en septiembre la Agenda 2030 con sus 17 ODS y sus 169 metas. Sin embargo, pocos recuerdan muchos meses antes, concretamente 24 mayo de 2015 Papa Francisco lanzaba su segunda carta al mundo, la encíclica Laudato si': sobre el cuidado de nuestra casa común, publicada estratégicamente justo antes de la COP21 en París. El papa con este mensaje se proponía entrar en diálogo con todos sobre nuestra casa común» (LS 3). “Diálogo” y “casa común” representan el binomio que recorre este texto trazando un camino por el que el pontífice invita a la Iglesia y a la humanidad a caminar juntos buscando soluciones «...antes de que sea tarde», «sobre todo para comprender juntos si es justa la manera “en que estamos construyendo el futuro del planeta». Sobra decir que el “desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas nos conciernen y tocan a todos»

Francisco sugiere el enfoque de sostenibilidad integral para arrojar luz sobre cuán profundamente el problema ecológico está entrelazado con la cuestiones económicas, sociales y culturales, «escuchar tanto el grito de tierra tanto como el grito de los pobres»

El llamamiento de Francisco es explícito y dirigido a creyentes de todas las religiones, para que se consolide, entre todos, un nuevo pacto que preserve el futuro de nuestro planeta. El papa señala cómo “la mayoría de los habitantes del planeta se declaran creyentes, y esto debería empujar a las religiones a entablar un diálogo que oriente hacia al cuidado de la naturaleza, la defensa de pobres y construir así una red de respeto y fraternidad»

Francisco sugiere una alianza global de religiones sobre el medio ambiente, porque el Papa es muy consciente de que para la mayoría de los habitantes del planeta, los valores espirituales y la religión son fundamentales para orientar el comportamiento individual y comunitario. De hecho, la encíclica ha encontrado un gran eco en el mundo religioso y, tras su publicación, varios líderes religiosos han sido inspirado para producir declaraciones similares em ámbitos hindú, budista, judío y musulmán. En este sentido, “Laudato si' se configura como una importante plataforma de encuentro para el diálogo ecuménico e interreligioso.

Si no has leído la “Laudato si’, te invito a hacerlo. Te ayudará a descubir ese hilo de oro que une a todos los habitantes de nuestra casa común. Incorporar una mirada de amor. La humanidad de hoy está llamada a recuperar urgentemente la visión de “ser amor” para poder recuperar esa mirada sobre sí mismo y sobre el resto de la creación para redescubrir el vínculo que une a los seres.