La entrevista que concedió ayer el presidente del Madrid y ahora presidente de la Superliga, Florentino Pérez, fue de traca. La demagogia personificada.
Entre las píldoras que dijo Pérez, la más llamativa fue «no puede ser que equipos modestos lleguen a ganar dinero y el Madrid y el Barcelona lo pierdan». Se lo explico fácilmente, señor Pérez. El Alavés, por poner un ejemplo, no se gasta 150 millones de euros en un jugador, ni paga 20 millones de euros a uno sólo. Ustedes sí.
Lo que quiere este señor es blindar sus privilegios. «Queremos ser dueños de nuestro destino y repartir el dinero». No, ustedes no quieren repartir nada, quieren seguir llenándose los bolsillos como llevan haciendo años.
Fue llamativa la explicación de cómo los equipos pequeños iban a ganar dinero gracias a este nuevo formato. «Los equipos grandes tendrían dinero y podrían fichar a jugadores, esto haría que los clubes se beneficiaran del dinero generado». La traducción es la siguiente: los grandes siguen manteniendo su status, ganando más dinero aún y desmantelando a los equipos que saquen un poco la cabeza para que nunca les lleguen a hacer sombra.
Mención especial a la pluralidad de opiniones en la entrevista a Florentino. Las preguntas de Pedrerol son para enseñárselas a los futuros periodistas y que sepan lo que nunca se debe hacer. El nombre del programa viene como anillo al dedo.
Florentino y 11 más quieren hacer una Liga Konami, lo mismo que hacíamos con nuestros amigos alrededor de una Play Station. Esperemos que alguien de un tirón del cable y apague este invento.