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Actualizado: 10 feb 2021 / 21:10 h.
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  • Leonor de Borbón. / EFE
    Leonor de Borbón. / EFE

En España tenemos miles de colegios e institutos. Y muchos de ellos, la gran mayoría, son capaces de formar a los alumnos de forma intensa, extensa y profunda. No son pocos los que hacen que sus alumnos terminen su formación con un nivel académico excelente, incluidos los idiomas. Y no puede pasar desapercibido un dato que habla muy bien de la enseñanza pública: las mejores notas de España en las pruebas de acceso a la universidad proceden de institutos públicos. Cada año eso es algo que se repite. En cualquier caso, los colegios concertados y privados se suman a una educación de altísimo nivel.

El fracaso escolar es muy alto, pero eso es harina de otro costal. No es tanto un problema de los colegios como del sistema educativo y ese fracaso es mucho más alto en zonas deprimidas y entre los alumnos que pertenecen a familias desestructuradas o con grandes problemas de todo tipo. Por regla general el problema no está en la escuela o en el instituto.

Pero en España tenemos la mala costumbre de no valorar lo que es de aquí. Todo nos parece una chapuza sin que lo sea. La educación es una de esas cosas que no se valora adecuadamente. La sanidad otra. Entre otras cosas, los mensajes que llegan son contradictorios; ya genera hartazgo escuchar a los políticos defender la enseñanza pública mientras son ellos los que matriculan en colegios privados a sus hijos; es desesperante escuchar a los políticos defender la sanidad pública y salir pitando a la privada cuando tienen un problema de salud. Es insoportable. Y siempre llegamos al mismo lugar, a la política.

El caso es que el mensaje que ha llegado hoy a través de los medios es que, efectivamente, si queremos que nuestros hijos se formen bien deben hacerlo en el extranjero. En concreto, hacerlo en Gales tiene que ser la repanocha. Y con algo más de 72.000 eurillos y durante dos años, es posible que te devuelvan al niño o a la niña siendo candidato o candidata a conseguir lo que se proponga. Leonor de Borbón y Ortiz, actual princesa de Asturias y primera en la línea de sucesión al trono español, hará su bachillerato en Gales. Y anuncian que lo van a pagar sus papás como si eso fuera una cosa excepcional.

Vuelven a equivocarse en la Casa Real. Hubiera sido mejor buscar uno de esos colegios españoles (público, concertado o privado) que tan buenos resultados obtienen. Y se hubieran ahorrado unos euros (todos nosotros porque esto lo pagamos con nuestros impuestos). Aunque es verdad que cada padre y cada madre tienen derecho a educar a sus hijos como quieran y buscar para ellos la opción que les parezca más adecuada, algunos se deben plantear que representan cosas muy importantes para millones de personas. No pueden hacer cualquier cosa.

Esto tiene difícil arreglo. Y el reinado de Leonor parece que se puede complicar.