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Actualizado: 06 sep 2020 / 17:30 h.
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  • Portada de la Revista Charlie Hebdo.
    Portada de la Revista Charlie Hebdo.

El consejero de Educación y Juventud de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, ha informado de que «entre 2.000 y 2.500» docentes tienen que someterse a una prueba PCR tras haber dado positivo en el test serológico que pasaron hace unos días. Una excelente noticia a pocas horas del comienzo del curso (por favor, lean esta última frase con el modo ironía conectado).

En Madrid las cosas estás desbocadas. Ya puede decir lo que quiera la señora Díaz Ayuso (los mediocres se sienten bien en zonas de bronca y follón porque es donde pueden ocultar sus carencias y a ella le encanta el barro y los otros, que son igual de malos, se meten con ella mientras los problemas siguen sin solución). Pero si extrapolamos los datos de Madrid a otros territorios sería absurdo pensar que en Andalucía, Cataluña o Castilla-La Mancha, las cosas deberían ser de otra forma especialmente diferentes. La pandemia nos está sacudiendo a todos y en todas las Comunidades Autónomas. Y de lo lindo.

Supongamos que en lugar de un 4 por ciento de positivos, en otras comunidades el índice baja al 2 o al 1 por ciento. Hablamos de cientos de profesores. De cientos. Y el colegio comienza ya mismo. Ya dijeron en la OMS que comenzar el curso con este descontrol no era buena idea.

Que Dios reparta suerte. Porque la vamos a necesitar. Habrá que agarrarse a la idea de que los niños aguantarán bien la Covid-19; y habrá que esperar que los profesores se contagien lo menos posible porque en todo este lío la gente parece olvidar que las personas de más edad tienden a soportar mucho peor lo que acarrea contagiarse con el SARS-CoV-2.

La propia Isabel Díaz Ayuso fue la que anunciaba que todos los niños se iban a contagiar durante el curso; bien en el cole, bien en casa. Otro mensaje tranquilizador de esta mujer que deja en el aire una pregunta obligada: Si saben que esto va a ser un desastre ¿por qué enviar a los niños al colegio? ¿No saben los políticos que el precio de la pandemia está siendo muy alto y que las muertes son insoportables?.

Isabel Díaz Ayuso es igual de mediocre que muchos políticos españoles. Por ejemplo, ha anunciado que limita a diez persona las reuniones en casa o en la calle. El problema es que eso era así desde mediados de agosto. Como lo oyen. Por tanto, ningún español está a salvo de los políticos cañís, de su mediocridad. El peligro para los niños y jóvenes españoles es igual en todo el territorio nacional. Y el calvario que van a pasar los profesores, en todas las Comunidades Autónomas, a partir de mañana va a ser morrocotudo. Ha sido todo improvisación, chapuzas y despropósitos. Desde la ministra Celaá hasta el consejero de Educación de la autonomía más pequeña han hecho el ridículo de forma grotesca. Porque si lo de Díaz Ayuso es para meter la cabeza en un agujero y no sacarla de allí en un par de lustros, lo de Sánchez, Iglesias y sus adláteres es para no sacarla hasta el día del juicio final.

Dependemos de nosotros mismos. O nos ponemos las pilas los ciudadanos o será inevitable que en unas semanas nos veamos atrapados por una situación descontrolada y mortal. Cuidemos unos de otros porque los políticos han demostrado un grado de ineficacia y de inutilidad incomprensible. Cuidemos de los más vulnerables y seamos responsables. Es la única salida que nos queda.