El pasado domingo escuché un buen debate en Radio Nacional sobre la situación de los gitanos españoles. Lástima que fuera a las tres de la mañana y no a mejor hora. Alguien insistió en el problema de los gitanos, cuando creo que no es solo un problema de esta etnia, sino de todos. A veces olvidamos que son españoles que llevan siglos habitando nuestro país y que tienen ya los mismos derechos que cualquier español. Si el 20 por ciento de los niños gitanos escolarizados no acaban la ESO, no es solo un problema del millón de gitanos españoles, sino de los casi cincuenta que somos en total. En la comunidad de Castilla y León trabajan desde el pasado año en una ley pionera para introducir la historia y la cultura del pueblo gitano en el currículo escolar, pero no solo para los alumnos gitanos, sino para todos en general. Lo extraño es que haya habido que esperar tanto para dar el paso y que no se hayan unido las demás regiones, e incluso el Estado. ¿Y Andalucía? No por el flamenco, sino por lo que representa social y culturalmente este pueblo tan agraviado durante siglos.