Esta sí que ha sido una semana fantástica y no la de El Corte Inglés. Cuanto ofendido por bits cuadrado denotando la ingente cantidad de tiempo libre disponible y que no usan, precisamente, para leer un libro.
La Semana Santa está sufriendo una involución por culpa de los defensores de la misma. Esos que creen que defienden una especie de pureza. Un tarro de las esencias que lleva tiempo goteando.
Esta semana hemos visto dos goterones que han hecho gruñir a más de uno. Primero, en Cádiz, la chirigota ‘Aquí estamos de paso’ ha levantado ampollas dentro y fuera de la ciudad costera. El segundo fue la performance del misterio de Jesús Despojado que han hecho en el espectáculo ‘Sonando a Sevilla desde 1980’ por la Agrupación Musical Virgen de los Reyes.
En las tablas del gran Teatro Falla hay dos pasos. De Cristo y de Virgen hacen dos personas que van en silla de ruedas y que no se quedan en simple atrezo, pues intervienen durante la actuación y sueltan pildoritas. Alrededor de ellos encontramos a unos muchachos a los que seguro que cada uno de nosotros podría ponerle nombre y apellido.
El problema de esta chirigota no es que ofenda. El problema es que muchos se ven identificados y a nadie le gusta que se rían de uno mismo.
«A ver cuándo hacen una de Mahoma» es el gran argumento de los ‘Kofrades’. Quizás, a Mahoma no se le hagan chirigotas porque no es de la cultura popular y no lo sacamos bajo palio.
El Consejo de hermandades de Cádiz ha puesto el grito en el cielo por esta agrupación. No veo la misma actuación en otras cuando tratan el tema de Dios, tanto en letras como en la representación. Parece que Dios no va de la mano de la Semana Santa cuando no se entendería lo segundo sin lo primero.
El otro grito en el cielo es por la performance de Virgen de los Reyes. Cuando la agrupación musical interpretaba la marcha ‘Al compás de la laguna’ un grupo de actores terminaba escenificando el misterio de Jesús Despojado. Con costero a costero incluido.
Sí. Virgen de los Reyes ha llevado a las tablas eso que han hecho todos los cofrades. Que lance la primera piedra el que no haya marcado nunca un izquierdo y haya imitado un paso.
Hace unos años se hizo viral un vídeo en el que dos personas representaban el paso de las Tres Caídas de Triana con un jamón como cruz. Los comentarios fueron muy diferentes a los de ahora, lo que me lleva a pensar que, puede ser que lo que sienta mal no sea el hecho en sí y moleste quienes lo representan y a quienes representan. Clases y clases.
Particularmente no me hace gracia la chirigota ni me gusta la recreación de Jesús Despojado, pero de ahí a las barbaridades que se están escuchando, va un trecho. Tampoco me gusta el cuadro de Carmen Laffón con el Gran Poder «despojado de toda opulencia». Tampoco me gustan las túnicas lisas ni un Cristo sin potencias, ni el culto a la suciedad, ni ciertos carteles que vuelven locos, por modernos, a estos ‘Kofrades’ ofendidos. Ahora sí, menos me gusta que la gente se dedique a ofender gratuitamente.
Detrás de esa chirigota hay muchas horas de trabajo y detrás de esa performance hay otras tantas de ensayo.
Y no se escondan en Dios. Lo que ofende no es que se metan con Él, es que se meten con esa especie que está, por desgracia, más viva que nunca.
