Image
Actualizado: 10 ene 2021 / 16:43 h.
Facebook Twitter WhatsApp Linkedin Copiar la URL
Enlace copiado
  • Los negacionistas de la vida

Que venga el Papa a imprimir sentido común para que nos pongamos la vacuna es un signo de estos tiempos de la posverdad. La historia de la Iglesia ha sido también la historia de las zancadillas a la ciencia, pero hemos llegado a un siglo en el que desde Roma, más allá de las creencias individuales, se apela a la ética colectiva a la que nos debemos como seres humanos. Y eso, frente a los negacionistas, no solo nos confirma en un avance del humanismo que aparca irracionalismos en todos los sentidos –también en el religioso-, sino en aquella sentencia de Chesterton de que el ateo es el hombre que deja de creer en Dios para creer en cualquier cosa.

Después de casi un año soñando con la dichosa vacuna, en vez de valorar el trabajo ingente de los científicos en muchos rincones del planeta, la inversión mayúscula de tantos gobiernos e incluso la disposición generosa de tantos voluntarios, la moda es ahora poner en cuestión la efectividad del remedio. No es segura al cien por cien, dicen. Claro: tampoco la vida misma lo es, y tiene efectos secundarios, y terciarios. La actitud me recuerda a esos expertos en obras que gustan de apoyar sus codos en la valla mientras miran, sopesan, discuten y valoran el trabajo de los obreros en el hoyo. Todos ellos tienen unas teorías magníficas de cómo habría que hincar el palín, cómo sujetar la pala, cómo hacer las mezclas y cómo levantar una hilera de ladrillos. Pero cuando la hilera está levantada suele ser la hora de almorzar, o de sus prolegómenos, vasito en mano, y entonces se suele olvidar la obra hasta mejor ocasión de tertulia.

La vacuna –remedio tan salvador a lo largo de nuestra historia reciente- no va a matar, en cualquier caso, a más gente de la que ya ha matado y promete seguir matando el bicho. Yo creo que la mayoría de quienes discuten la vacunación contra el coronavirus coincide con ese tipo de gente que apenas se ha privado de nada durante tantos meses, y por eso tiene ahora energía para poner tanto esfuerzo en solfa, y hasta para irse a la nieve, que parece hoy por hoy lo fundamental.


ETIQUETAS ►