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Actualizado: 13 may 2023 / 11:08 h.
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  • Moreno Bonilla no se equivoca

No está equivocado, porque información ya dispone de toda la necesaria. Por lo tanto no se puede pensar en el error. El horror de terminar con Doñana no se puede calificar de error cuando ya se conocen las consecuencias gravísimas de su desecación, para la vida humana. No es error, es mala fe, con toda indignidad está sacrificando Huelva y Andalucía, equivocando adrede a los agricultores con el fin de arañar algunos votos en la zona. Decirlo es denunciarlo públicamente, no insultarlo. Por decir la verdad, aunque pueda doler, nadie debe sentirse insultado. Él sí insulta cada día la inteligencia de todos los andaluces, con su rebuscada y falsa inocencia, planteando una lucha con el gobierno central por un agua que no existe y unos trasvases imposibles, porque no se puede trasvasar el agua que no hay. Si quiere alternativas a su demagógico y destructivo plan, que empiece por desmontar los drenajes que llevan el agua a la estación de bombeo y la propia estación, para devolverle el agua superficial a la marisma cuando por fin llueva algo.

Moreno no ha heredado un problema, lo está creando con su obsesión en busca de votos al precio que sea. Sus promesas imposibles sólo pueden engañar a algunos y dañar a todos. Tendrá que asegurar la existencia de agua antes de ampliar cultivos, como de forma irresponsable ha prometido. Todos quisiéramos la mayor cantidad de producción, posible no sólo agrícola. Pero también queremos la existencia de empresas andaluzas que lo exploten y comercialicen, buenos canales de distribución. Y agua suficiente para mantenerlo, aunque esto ya no está en nuestras manos ni en las del Gobierno ni en las de la Junta. Legalizar los pozos del Condado de Niebla no es ninguna solución ni la ausencia de lluvia es achacable a nadie. No se trata de “discutir” (en su lenguaje, en realidad aceptar) su “solución” que no es solución porque la sobreexplotación del acuífero lleva a la salinización (como ya ha ocurrido cerca de Granada) y en ese momento se perderá Doñana y con el Parque se perderán todos los cultivos de la zona. Si hay algunas empresas agrícolas egoístas a quienes ese futuro no les importa en nombre de un efímero beneficio inmediato, a los andaluces, incluidos los onubenses sí nos debe preocupar, y mucho. Una parte de la solución sería gastar menos agua y utilizar goteo en vez de aspersión, por ejemplo. Otra es adaptar la superficie de cultivo a lo que realmente pueda soportar el terreno y a las condiciones climáticas. Una tercera es instalar desaladoras. ¿Cuándo va a empezar? ¿Hay algún proyecto?

Este año se ha perdido la cosecha de arroz, pero Moreno no ha abierto la boca porque se ha centrado en arañar votos en El Condado de Niebla para hacer creer a la gente que le preocupa la economía de Andalucía y juega a enredar y entretener. Pero ¿a quién culpará cuando el manantial se salinice y se pierdan definitivamente todos los campos de fresa? El porvenir de los cultivos vecinos está íntimamente ligado al de Doñana, porque comparten el mismo acuífero. La única solución seria está en buscar para los cultivos una fuente distinta de los pozos que quiere legalizar. Moreno culpa a los demás de su imposibilidad para hacer milagros. Cuando los enemigos de Doñana, entre ellos Moreno, consigan acabar con la vida en el Parque, acabarán también con todos los cultivos de la zona. Estamos avisados. Recuérdese.

Seguramente juega de la forma en que está jugando porque pensará que, cuando eso ocurra, él ya estará dónde nadie pueda pedirle cuentas. Doblemente lamentable.