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Actualizado: 31 jul 2021 / 10:24 h.
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  • No es no

2016. Apenas cinco años.

Pedro Sánchez sale cariacontecido de la sede de Ferraz, tras ser defenestrado por Susana Diaz y los barones socialistas. Demudado, hace una entrevista en Salvados, donde imputa al IBEX 35, al periódico “El País” y hasta a Felipe González y reclama primarias, no sea que le convoquen un Congreso Federal.

Llega a confesar a Jordi Evole que “la línea editorial de El País ha sido abusiva e incluso insultante en lo personal, no solamente en lo político”, y a continuación se despacha contra Telefónica y Alierta.

“No es no”

Pablo Iglesias le gana la moción de censura a Pedro Sánchez, convirtiéndole en Presidente.

El nuevo Electo cesa al Fiscal General del Estado, y nombra a Dolores Delgado. Unos días después, ésta anuncia su ruptura matrimonial y pasa del status de un Jefe de Departamento de El Corte Inglés de Huelva, a Baltasar Garzón, tan de izquierdas como el Juez Serrano pro custodia compartida.

Pedraz (su ídolo es Balta), cambia de acera y se muda al Juzgado de enfrente, en la misma Audiencia Nacional, impidiendo de paso el acceso de una Juez independiente como Mercedes Alaya. Villarejo y la mujer de Bárcenas (piensen que cuando el Estado acusa a la esposa de alguien, es que éste se resiste inocente), transitan ágilmente a la libertad provisional.

“No es sí”

En la otra acera, García Castellón deja su destino en Roma, y retorna para instruir Lezo y Púnica. “Siempre me ha gustado la investigación” dijo, tras dejar la vía Condotti y los tortellini.

Archiva la causa contra Rajoy, Cospedal y hasta su marido Ignacio López, el “Polla de Hierro”. (Villarejo dixit)

El Tribunal Constitucional anula el Estado de Alarma, conservadores y algunos progres unidos por la causa, encabezados por el miembro del Opus Dei Andrés Ollero, íntimo amigo de Enrique Arnaldo, el asesor en materia de justicia de Casado, (sí, recuerden el Abogado defensor de Enrique López, el Juez ahora Vicepresidente de la Comunidad de Madrid que conducía beodo; e instigador de la bala de plata contra Jesús Carballo, el Entrenador de Gimnasia al que absolvieron de la falsa acusación de abusos, condenándole al calvario de no reintegrarle el honor usurpado).

Mientras todo este show enriquece Despachos de Abogados influyentes (me dicen que en Madrid sólo facturan aquellos cuyos titulares fueron compañeros de carrera de Pedraz o Marlaska) fue Botín quien nos definió, cuando dijo que “a España llega dinero de todas partes”, confundiendo sujeto y objeto, que él de léxico no andaba muy puesto.

Se busca un Bruto (quién sabe si la “libertad” de Ayuso), pero me da la impresión de que sólo César matará a César, y que ese proceso ya ha comenzado como las grandes fiestas, o sea con canibalismo. Iván Redondo (pronto lo echaremos de menos), José Luis Ábalos y para de contar, porque Carmen Calvo apenas era nada más que una afrenta a la ahora senadora socialista-qué oportunidad perdida para haber salido a respirar a la calle- nuestra Susana.

Mientras esto ocurre, la monarquía, como casi siempre, espera.

Al fin y al cabo, estamos en guerra, su guerra. Pregúntenle a Urdangarin o a Corinna....