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Actualizado: 01 oct 2020 / 16:21 h.
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  • No habrá Cabalgata de Reyes. Inventemos una Cabalgata de Reyes

No habrá Cabalgata de Reyes. No es ninguna sorpresa. Ya lo intuíamos desde hace meses. Este año ya sabemos que no habrá cabalgata ni nada que signifique la aglomeración de personas o un peligro claro contra la salud pública.

Es una pena y cualquier cosa que se haga no podrá sustituir a una de las cosas más emocionantes y entrañables que puede vivir un niño. Y un joven. Y un adulto. Y un anciano. No hay consuelo. Pero el ser humano siempre ha sido capaz de buscar alternativas y esta vez no puede ser menos.

No sería lo mismo ver la cabalgata desde la ventana de casa aunque para los niños sí puede que sea una alternativa. Al fin y al cabo, ellos lo que quieren es estar seguros de que Sus Majestades están en la ciudad y que comprobarán si los niños sevillanos han dejado limpios los zapatos a los píes del árbol de Navidad. Tal vez ni los pajes ni los propios Reyes Magos podrán tirar caramelos desde las carrozas, pero nada se opone a que dejen una cajita en cada portal llena de paquetitos de caramelos para los niños de ese edificio. Los Reyes Magos son mágicos, coño. Algo tendrán que hacer.

La cabalgata de este año no será la cabalgata de años atrás aunque con un poco de imaginación podemos hacer que el día 5 de enero sea mágico para los niños sevillanos. Si no logramos que el Día de Reyes siga siendo el más bonito del año será la prueba de que no tenemos remedio.

No descartemos ver las ventanas de toda Sevilla llenas de caritas de niños y niñas gritando a su rey mago favorito que no puede olvidar traer pronto la vacuna contra la Covid-19 y, de paso, una bicicleta. Y el confeti cayendo desde el ático y las serpentinas enredadas en las copas de los árboles. Eso o cualquier otra cosa. Pero mágica e inolvidable.