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Actualizado: 30 mar 2021 / 11:21 h.
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  • Pablo Iglesias, los manteros, Díaz Ayuso y el desbarajuste de la política cañí

Lo de la política española es de traca. Ya no sé si es que no se enteran, o si no se quieren enterar, o si son incapaces de entender lo que sucede a su alrededor o, sencillamente, si la talla intelectual de algunos políticos está muy por debajo de lo que cabría esperar.

Pablo Iglesias creía que, tras su paso por la vicepresidencia del Gobierno, serían millones de españoles los que llorarían su marcha. Efectivamente, así está siendo. Pero las lágrimas, a veces, son engañosas. No lloran tantos, como pudiera el pensar, su ausencia. Al contrario, la marcha de Iglesias ha provocado cierto alborozo en un amplio sector de la población de toda España. Y, así, son muchos los que lloran su presencia. Y si alguien tiene dudas sobre esto que pregunte a la mitad de la población madrileña. Este año el premio gordo ha caído en Madrid. Iglesias de candidato y el portavoz de los manteros en la lista de Iglesias (¿cómo quiere este hombre hacer política social sí parece querer incentivar el comercio ilegal de todo tipo de productos falsificados al colar en su lista al portavoz de los que venden sin pagar impuestos? ¿Puede alguien advertir a Iglesias de que la política social se paga con los impuestos que salen de, por ejemplo, el comercio legal?) Debemos sumar a esa lista a unos cuantos elementos maravillosos: un sindicalista jubilado, un activista okupa, alguien que alentaba a reventar el capitalismo desde dentro aprovechando la Covid-19... Una lista excitante y más que prometedora. Pablo Iglesias quiere volver a ser el que fue y no se entera de que nada puede ser como antes. Su trayectoria política y personal es la que es y eso no se puede ocultar. No se entera la criatura.

Pero no crean que solo él está despistado. Decía la candidata a la presidencia de Madrid, Isabel Natividad Díaz Ayuso, que España entera le debía una por sacar a Iglesias de la Moncloa. No se percató que Iglesias dejaba colocados a un Secretario de Estado comunista (que no es Santiago Carrillo precisamente) y, como ministra, a una de las integrantes del ala dura de Unidas Podemos. Se llaman Enrique Santiago e Ione Belarra. Si quieren pasar un buen rato pueden echar un vistazo a sus cuentas en las redes sociales. La señora Díaz Ayuso nos ha colocado a dos mostrencos de tamaño sideral sin que sea consciente de lo que ha hecho; y ya veremos qué sucede con Pablo Iglesias porque las cosas pueden cambiar mucho. Así que no creo que tengamos nada que agradecer a Isabel Natividad.

Los políticos españoles son desastrosos. Salvo un puñadito de ellos son todos una vergüenza y no representan a nadie. Y es que no se enteran de la misa la media.