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Actualizado: 27 jun 2020 / 04:00 h.
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  • Foto: EFE
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La pandemia Covid-19 tiene mucho malaje y mucha mala leche, pero también ha originado una pandemia de tonterías. Conforme se han ido sabiendo más extremos sobre cómo funciona el virus han aparecido todo tipo de informaciones y especulaciones que no se sostienen con una mínima dosis de pensamiento. Resalto algunas porque estoy con bastantes asuntos y mi memoria cada vez da para menos y se vuelve selectiva.

Resulta que el 70 por ciento de los infectados no ha contagiado a nadie, sólo lo hace un 20 por ciento aproximadamente, sobre todo si estás en esas macrorreuniones pasando calor, apretujado, o pasando frío porque el aire acondicionado esté de subidón. Entonces, ¿para qué narices hemos estado encerrados y amenazan con encerrarnos otra vez? Tendrán que separar la paja del grano y a currar porque, oiga, es que parece que el bolsillo de los estados y de la UE es el túnel del tiempo y no tiene fin y el FMI está pronosticando una caída mayor del PIB de la que esperaba. Lo de que los portadores contagiadores eran pocos ya se sabía pero era más cómodo recluirnos que buscarlos y clasificarlos, no hay que descartar que en ello tuviera que ver la idiotez posmoderna de la igualdad para que nadie tenga que decir de otro: “Ahí va ese contaminador, ¡a por él!”.

Resulta que Estonia es un país modelo porque allí han inventado el Skype y ya todo el mundo se entiende a distancia y hay hasta un chiste que cuentan los estonios: nos dicen que caminemos a dos metros cuando en Estonia en la normalidad se camina a cinco metros. El personal apenas se ve para nada porque está entregado a las teclas, a las webcams y a los micros, ¡oh, eso es el futuro!, dicen. Estonia, ¿qué es Estonia? Un trozo de la URSS cuando existía el Demonio Rojo, ¿cuántos habitantes tiene? 500.000 y pico menos que la provincia de Sevilla. ¿Qué clima hace allí? Rasca de la buena, una media de entre 4 y 6 grados y en alguna localidad han llegado hasta los 43 bajo cero. Entonces, ¿qué tiene que ver eso con nosotros? ¿Por qué es un modelo? ¿Para quién? ¿Para que las grandes empresas ganen dinero online por pedidos online? ¿No es más sano psicológicamente pasear por el barrio y comprar en sus tiendas? ¿Quieren convertir al mundo en la paz perpetua de Kant que también tenía que ver con la paz de los cementerios?

El humano es individual, no social, pero necesita a la sociedad para sobrevivir emocionalmente, debe expresarse, sentir el roce de una palabra, de una mirada, el lenguaje no verbal de sus semejantes. “El próximo curso en la Universidad de Cambridge será exclusivamente 'on line', titulaba la prensa el 20 de mayo de 2020. Y como se trata de Cambridge otras muchas universidades han pensado en imitarla. Pero, ¿a qué jugamos? El famoso online se está convirtiendo en un negocio y ahora ese negocio va a ser más próspero y es un fraude para todo el saber: ciencias y letras, porque las cámaras y las conexiones en colmena dispersan la concentración del cerebro y alejan a los seres vivos entre ellos y eso tiene consecuencias serias.

Por último, resulta que esperaban que el personal en la playa estuviera más pendiente de la aritmética que de vivir. Esto nos lleva a lo primero: como no se han localizado bien a los más contaminadores el personal necesita sol, luz, aire, calor de sus semejantes y eso no hay quien lo pare. La gente tiene la impresión de que todo se está exagerando y ante su necesidad el ciudadano se está aplicando aquello de “Muera Marta, muera harta”. Es imposible estar a gusto y tener en la cabeza un manual de comportamiento así de gordo, ya ni los nórdicos lo quieren, con su orden y sus leches que son falsas o es que cuando vienen aquí -sobre todo al fútbol- no parece que el profesor se ha ido y los ha dejado sin control en el recreo. Suecia ha dicho que no la imiten y los puritanos de Alemania tienen brotes peores que los nuestros.

Ha aparecido un sutnami especulativo tal que es necesario más que nunca un maestro que diga lo que hay que hacer a escala mundial, con total independencia. Se llama OMS pero a ver si sirve.