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Actualizado: 27 sep 2022 / 04:00 h.
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  • Foto: Paco Cazalla
    Foto: Paco Cazalla

En dos entregas de pago, Abc da cuenta, con firmas de Javier Rubio y Manuel Contreras, de lo mal que tratan desde Madrid a Sevilla. Es algo que está a la vista de todos, aquí no entran euros realmente significativos desde la Expo y estamos pagando la Expo, ser capital de Andalucía y además ser demasiado dóciles votando al PSOE casi siempre. Le ha ido mejor a nuestra imitadora Málaga, convirtiéndose en un grano ahí y votando al PP. En Sevilla, el PSOE parece que daba por seguro el voto y se ha portado con nosotros como un jefe actúa con su adulador máximo, que como sabe que siempre está a su vera, basta con que le dé unas limosnas y una palmadita. Ya si nos complicamos la vida podríamos comparar el fervor de Sevilla por el voto al puño y la rosa con la filosofía de Hegel cuando habla de la dinámica entre el amo y el esclavo que se resume así: el que más ama es el que sale perdiendo y se convierte en esclavo del que menos ama. Tal vez hayamos amado demasiado a la formación de Felipe y Alfonso y, como nos tenían seguros, ellos han flojeado en su amor hacia su ciudad.

El caso es que el asunto no es nuevo ni propio de la democracia. El citado medio nos recuerda que “el antiguo Mopu, luego Fomento y hoy Transportes, acumula decisiones muy controvertidas en perjuicio de la ciudad; Utrera Molina ya se quejaba en los técnicos del Ministerio que vetaron el canal Sevilla-Bonanza”. Aquello del canal Sevilla-Bonanza está metido en el inconsciente colectivo de los sevillanos más conspicuos, yo recuerdo que era pequeño y oía hablar a mi alrededor del asunto y de lo bueno que hubiera sido para Sevilla. Pero es que el metro hunde sus raíces en los inicios de los años 70. ¡Cómo nos han engañado! Tampoco nos ha salido bien que mucho antes de tomar Madrid el franquismo se hubiera adueñado de Sevilla, con Franco asentado en el Palacio de Yanduri, donde nació Vicente Aleixandre, y Gonzalo Queipo de Llano agitando a las gentes contra los rojos desde Radio Sevilla. Queipo lo mismo construyó casas para los obreros que mató obreros. Le dedicamos un barrio y una parroquia, al margen del lugar donde está enterrado. Cuando terminó aquella “cruzada” Sevilla siguió siendo una ciudad provinciana de olé y arsa pilili.

Ahora nos recuerdan que Sevilla es la provincia andaluza con menos inversión por habitante desde 1985. Menudo agradecimiento a que desde 1977 a 2018 los sevillanos votaran casi siempre al PSOE en las elecciones locales, autonómicas y generales. Hay una constante: Sevilla lee ante todo el Abc y vota, sobre todo, al PSOE, lo cual parece eso que llamamos en la universidad una disfuncionalidad. No es así, tiene su lógica que no es momento de analizar. Ahora se ha roto esa tendencia electoral. Cuidado. Sánchez está más contento. La Razón, por medio de Ainhoa Martínez, afirma: “El Gobierno cree haber pinchado el «efecto Feijóo». En Moncloa exhiben la recuperación del PSOE en las encuestas, después del «bajón anímico» de principios de año: «Vamos para arriba. Las tendencias nos sonríen». Así de optimistas parecen los “progresistas” del PSOE que, ahora, de progresistas tienen lo que yo de hitita.

Abc (Bruno Pérez y Guillermo Ginés, de pago) también informa de esto: “Sánchez se guarda 15.000 millones en ayudas prorrogadas para el año electoral”. Lo que la lógica viene pregonando desde hace tiempo: este hombre sólo puede ganar las elecciones comprando votos, aunque ahora también puede declararse reserva progresista de Occidente ante los avances de la ultraderecha en Italia, Francia, Suecia... Como nos descuidemos, ni túneles ni puentes para la SE-40, tendremos que transitar por ella con el coche de San Fernando y con un catamarán. Y veremos lo que hace el PP, sin que le riñan desde Málaga o Madrid, si vence Feijóo y encima Sanz resulta un alcalde dócil, si sale elegido.

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