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Actualizado: 26 mar 2021 / 09:16 h.
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  • Saber de flamenco

Nunca ha habido tanto deseo de saber de flamenco como en estos tiempos y aprovechando la pandemia hay decenas de artistas dando cursos online a personas de todo el mundo. Muchos se están buscando las habichuelas con esta labor, y no solo artistas sino críticos o flamencólogos. Me han llegado a ofrecer dinero por hablar conmigo por Skype una hora diaria, y no poco. Hablar, ¿de qué? De los artistas o de los palos del flamenco, de las coplas flamencas o los orígenes de este arte. No tendría tiempo para esto, pero podría ser un buen retiro cuando disponga de ese tiempo. Quizá sea el momento de que Canal Sur Televisión se plantee un programa didáctico para los aficionados del mundo, pero que no lo ponga en manos de indocumentados sino de verdaderos expertos que no necesiten la recomendación de ningún partido político o de un compadre influyente. Las instituciones públicas también podrían empezar a apoyar económicamente buenos proyectos en esta dirección porque el dinero público destinado a promover la Cultura debería estar también para el flamenco, que al fin y al cabo es un arte que nos representa en todo el mundo. Si estarán interesados en los asuntos flamencos, que artistas de fuera vienen a dar cursos a nuestra tierra para luego darlos en sus países de origen. O sea, en países como Brasil, Canadá, Japón, Finlandia, Alemania, Estados Unidos o Italia. Gastan mucho dinero para poder recibir clases en el Festival de Jerez, que luego les sirvan para poner una academia y tener cientos de alumnos. Viven de eso, de enseñar el flamenco a quienes no pueden venir a Andalucía o Madrid para recibir clases de los grandes maestros. Todo esto es muy importante, pero tiene el peligro de que cualquiera se ponga a enseñar lo que es el flamenco, a veces, personas con escasa preparación, aunque canten, bailen o toque la guitarra. Una cosa es tener arte para cantar una soleá como mandan los cánones, y otra muy distinta saber enseñar, tener preparación para ejercer la docencia flamenca. Por tanto, es el momento de que las instituciones públicas andaluzas presten atención a esto y abran sus puertas a buenos proyectos docentes presentados por personas bien preparadas. El mundo quiere saber sobre el flamenco, y aquí sabemos bastante.

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