Julio llena Sevilla de gloria, vestido de carmelita... Hoy domingo, 16 de julio, Santa Ana rezará el rosario cuando la Virgen del Carmen camine hasta la Capilla de los Marineros, donde Triana se arrodillará a sus plantas para cantarle ¡Salve!, Estrella de los mares, de los mares iris, de eterna ventura, mientras Santa Teresa de Jesús, como siempre, no dará abasto para llevar a cabo todos sus compromisos para con la Madre de Dios, celebrando la eucaristía, acompañada por San Juan de la Cruz, en el convento de San José del Carmen, tejaroz de entrada y espadaña avizor, torno y clausura entre revueltas de juderías y Santa Cruz, y llenará de flores las moradas de la parroquia de su nombre, entre candelarias de Tamarguillo y Amate.
Santiago, el anfitrión del Corral del Conde, Redención y Rocío, elevará a los cielos el salmo de su devoción por la Patrona de la Armada... ¡Salve!, ¡oh Fénix de hermosura! Madre del Divino Amor, a la par que la antigua hermandad de la Santa Cruz del Rodeo besará sus manos con los Hércules marianos de la popular Alameda sevillana, entre tenorios de leyendas y caballeros de Calatrava; y San Lorenzo con Santa Ana le rendirán culto en el convento que la Madre de la Virgen tiene en la misma collación que Santa Clara y el Gran Poder de Nuestro Señor, que desde su altar ilumina la gran fiesta carmelita de María... En el Buen Suceso y en San Buenaventura, en San Gil y en Elcano, en Su Eminencia y en Los Bermejales, en San Leandro y la iglesia del Señor San José, carpintería de bendiciones e imposiciones de escapularios de la Virgen.
Y a la misma hora que los fieles de Omnium Sanctorum celebrarán la feria de su alegría y su fe por la Reina del Carmen Doloroso, rodeada de Todos los Santos de la gloria hispalense cantando De tu pueblo, a los pesares, tu clemencia dé consuelo. Fervoroso llegue al cielo y hasta ti, y hasta ti, nuestro clamor, Santa Ángela, asomada al martillo de un palio que San Román cobija con fraterna generosidad, estará deseando que Emilio Moreno haga la primera llamada a su cuadrilla, para que la Virgen del Carmen, a los sones de la Asociación Musical de La Algaba, acompase la danza de los costales por los Terceros y Escuelas Pías, San Pedro y Encarnación, con la fantasía armónica de sus diez varales y la auténtica Majestad de la Reina Carmelitana de Santa Catalina, Gran Cruz al Mérito Marítimo y cuidadora eterna del patronazgo de la Virgen del Rosario... Domingo de excelencias marianas y tradiciones tan rancias como antiguas y tradicionales... ¡Y el que esto, no se lo crea, que venga a Sevilla, y aquí que lo vea! ~