La situación económica, no va a estar para bromas.
Sevilla optó por el monocultivo. Turismo.
Qué alegría daba ver a nuestra ciudad visitada por cantidades enormes de personas disfrutando la belleza de la ciudad y de nuestra gastronomía. Era un orgullo y una satisfacción. Sin perjuicio de la importancia en la entrada de dinero que beneficiaba a todos.
Contentos nos sentíamos los sevillanos.
Pero, parece que no hay otro plan económico. Tenemos todos los huevos en el mismo cesto. Y si se cae el cesto se rompe todo. El plan es reactivar el turismo.
Ojalá sea así. Ojala Dios quiera, que no vuelva este puñetero virus. Vírgenes y Santos tenemos en Sevilla para pedírselo, y cualquier oración va a ser pequeña.
A los vecinos hay que pedirles un poco de tolerancia y comprensión.
Debería haber otros planes, por si falla el turismo....¿Qué plan tenemos?
Corresponde al Ayuntamiento, cumplir las normas, y no dejarse llevar sólo por presiones de los más cercanos o poderosos.
Habrá que buscar soluciones, que no dañen a nadie, y hay que considerar la situación humana de la hostelería.
Un análisis científico del problema, indica lo siguiente.
Seguimos la “Guía de contaminación acústica”, publicada por el anterior Gobierno Autonómico, al que pertenece el actual Alcalde de Sevilla. Y lo indicamos de la manera lo más respetuosa y considerada posible.
El ruido es percibido por la población andaluza como uno de los principales problemas ambientales, conforme a lo reflejado año tras año en las encuestas del Eco barómetro que realizaba la Junta de Andalucía.
Una Guía de Aplicación del Decreto 6/2012, es la “interpretación técnica oficial” destinada a facilitar la comprensión del Reglamento, aclarando que pudieran darse. Incluyendo ejemplos prácticos.
Veamos en concreto el ruido provocado por terrazas y veladores.
En relación a los veladores dice textualmente:
“Una conversación entre cuatro personas sentadas en una mesa de una terraza, genera niveles L Aeq 5s superiores a los 45 dBA establecidos para un área acústica residencial en horario nocturno y los 55 dBA en horario diurno.
Aplicando estrictamente las exigencias establecidas para actividades en la legislación vigente, este tipo de actividades no podrían establecerse ni siquiera en áreas acústicas de uso industrial, en las que el límite para el periodo nocturno es de 55 dBA.
No obstante, siempre se ha considerado necesaria la existencia de este tipo de actividades en un país en el que las condiciones climáticas permiten la permanencia en el exterior durante periodos prolongados.” La reproducción es literal.
Por tanto ni un solo velador, según el criterio científico sería posible en zona residencial.
Esto, no es una opinión. Es el criterio científico oficial.
Desde mi forma de verlo, en estos momentos, hay que ser permisivos (dadas las circunstancias), hasta las 10 de la noche como máximo y obviamente sin ningún equipo de reproducción sonora, llámese televisor, actuaciones en directo o cualquier otro.
Y ello, por qué las personas que descansan pueden ser los médicos que te atiendan, sin haber dormido. O el conductor que te lleva...sin haber descansado. O el cirujano que tiene que operarte-
Partiendo de este dato, dado que la guía sólo indica que se superan los 55 dBA, supongamos en la más estricta interpretación(pro-actividad) de este texto que la conversación en una mesa suponen 56 dBA .(La realidad sería mayor en exceso de decibelios)