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Actualizado: 22 jul 2017 / 23:45 h.
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  • La comunicación, por los derechos humanos

El Plan Integral contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, que entró en vigor el año 2009, definía claramente en qué consiste uno de los peores problemas de las sociedades del mundo entero, proponía un plan de acción policial en España aunque dentro del ámbito internacional y hablaba de la protección a las víctimas. Más tarde, ese plan ha ido evolucionando hasta convertirse en el que está en vigor desde el año 2015 y tiene validez hasta 2018. La sociedad española quedaba así, y sigue estándolo, anclada a un compromiso moral y ético que todas las personas, instituciones y empresas, deben tener como referente.

Los esfuerzos son siempre insuficientes para luchar contra una lacra lesiva que tiene un arraigo tan excesivo como preocupante y los medios de comunicación no están exentos de asumir como propia esta obligación. Si es verdad que la situación en la que se encuentran los medios escritos en formato papel es preocupante por la enorme caída de las ventas de ejemplares en los quioscos, si es verdad que las nuevas tecnologías han modificado radicalmente el mundo de la comunicación, es igual de cierto que, por muy importante que sean algunas fuentes de ingresos, no se debe ceder ante un resultado económico si eso significa estar de espaldas a un problema como es la trata de seres humanos. En este caso, el fin no justifica los medios de ninguna de las maneras. Y los anuncios de contactos son una forma de facilitar la prostitución, la trata de seres humanos o las asociaciones mafiosas y deben desaparecer de los medios de comunicación.

Un periódico debe informar con toda la objetividad posible pero, también, está obligado a ser coherente con su propia filosofía y a colaborar, en la medida de lo posible, en la lucha contra la injusticia social. Por ello, la publicación en algunos periódicos de anuncios de dudosa moralidad no deja de ser sorprendente. Aunque con retraso, hay que celebrar que las cabeceras dejen de contratar este tipo de anuncios y renuncien a un negocio que, por otra parte, ha pasado a ser bastante residual.

El Plan Integral del Gobierno de Rodríguez Zapatero era necesario y ayudó a que la sociedad española avanzase hacia territorios de progreso contribuyendo decisivamente en la eliminación de un negocio que una sociedad moderna debe erradicar sin mostrar una sola duda. Sea como sea, los intereses económicos no deben estar nunca por encima de los valores y convicciones de un medio de comunicación.