«Vacío central», así es como se denomina el terreno colindante a la Factoría Cultural. Un solar baldío desde hace años espera una reurbanización que lo adecente.
El pasado mes de julio la Gerencia de Urbanismo dio luz verde a la intervención en el espacio, propiedad de la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA) y en las calles adyacentes, con idea de que la reforma de la manzana, de 28.320 metros cuadrados, sea completa.
El terreno actualmente está en desuso, sin vegetación significativa, donde únicamente se aprecian restos de un camino peatonal y unas antiguas instalaciones deportivas abandonadas. El proyecto pretende cambiar radicalmente este aspecto y aprovechar la intervención no solo para generar un espacio agradable tanto para el vecino del barrio como para quienes vayan expresamente a visitar la Factoría, sino también conectar esta zona con el parque del Guadaíra, que está muy próximo, al otro lado de la carretera de Su Eminencia.
Para ello, el interior de la manzana se acondicionará como un espacio libre y público gracias a un presupuesto de licitación de 1,5 millones y ocho meses de trabajo. En concreto, será una zona ajardinada con una pequeña pradera, una pista de patinaje y un espacio de juegos. El terreno, en el que se realizará previamente una limpieza y desbroce, se articulará en torno a dos ejes. Un paseo central, que será una calle peatonal de 18 metros de ancho en dirección este-oeste, que mejorará la conexión entre dos sectores de la barriada Martínez Montañés. Por este camino discurrirá el carril bici, que cambiará su recorrido para unir ambas partes del barrio. Por otro lado, en el eje norte-sur, habrá otro itinerario que tendrá un trazado más sinuoso y que permitirá la conexión de la barriada con el parque.
En la zona norte del paseo central, la que está más cercana a la Factoría, se plantea como un área que pueda usarse para extender las actividades lúdicas y culturales que se celebren en el edificio. Al estar acabada en una pradera y contar el edificio con una zona pavimentada a modo de escenario en su parte trasera, se podría abrir –gracias a una compuerta– y hacer funciones al aire libre.
Al sur del paseo central, el parque se organizará en torno a una pista de patinaje circular que también podrá emplearse para otro tipo de actividades, dejando una zona despejada para juegos, como uso complementario a la parcela adyacente, que está destinada a ser un equipamiento deportivo.
Todo el parque contará con un alumbrado eficiente, red de riego y mobiliario urbano (bancos de hormigón armado y papeleras) similares a las que se emplean en el parque del Guadaíra.
La vegetación con la que contará el espacio tendrá fines ornamentales, funcionales y paisajísticos. Así, en la zona norte se plantará una fila de árboles como entrada al parque. En la calle peatonal (eje este-oeste) se colocarán otras dos filas de Tipuana Tipu, con la idea de que generen un espacio de sombra que haga más amable el paseo. En la zona oeste, para ocultar la vista de las parcelas de uso deportivo –que se usarán como aparcamiento provisional– se colocarán árboles decorativos y ornamentales (Brachichyton Acerifolium y Grevillea Robusta). En la linde del parque se dispondrán Melia Azedarach plantados directamente sobre la pradera y Bahuinia Purpúrea como elemento ornamental.