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Actualizado: 27 jun 2018 / 21:59 h.
  • Al campo, pero con estudios
    Alumnos del instituto Almudeyne de Los Palacios y Villafranca durante una jornada de clase. / El Correo
  • Al campo, pero con estudios
    El ingeniero químico José Manuel Pérez Plata. /Á.R.

A quien no estudiaba, se le asignaba rápidamente destino en Los Palacios y Villafranca, un pueblo especialmente agrícola, con la popular frase hecha: «Al campo de cabeza». No en vano, la localidad no solo constituye una de las ricas despensas de la provincia, sino que ha abundado en el carácter fértil de su tierra –entre la marisma y la campiña– promocionando especialmente su tomate como único en el mundo. Pero a partir de septiembre, los jóvenes que vayan a trabajar en el campo, no irán exactamente «de cabeza» sino «con cabeza», es decir, con estudios, los que les aportarán a los primeros 20 alumnos que estrenen las clases teóricas y las prácticas en empresas locales del nuevo ciclo de grado medio de Producción Agropecuaria, del IES Almudeyne, si bien durante el primer trimestre, las clases teóricas se impartirán en la antigua guardería municipal merced a un convenio con el Ayuntamiento palaciego, mientras construyen los módulos necesarios en el propio instituto.

«Nuestras empresas agrícolas tienen que buscar técnicos en otros municipios, incluso en otras provincias», recuerda Juan Diego Gavira, uno de los responsables de Agama, la Asociación de Agricultores, Ganaderos y Manchoneros del Bajo Guadalquivir, con sede en el municipio palaciego, que ha saludado con entusiasmo la novedad de la Consejería de Educación, que acaba de conceder otros tres nuevos ciclos más en la provincia: un grado superior de Desarrollo de Aplicaciones Web en San Juan de Aznalfarache; un grado medio de Asistencia a la Dirección en Bormujos; y un grado de Formación Profesional Básica de Informática de Oficina también en el Almudeyne de Los Palacios.

«Además», insiste Gavira, «debido a la evolución de nuevos cultivos y a las nuevas técnicas aplicadas al sector, se requieren profesionales cada vez más formados y preparados». «Así que este grado medio viene aquí como agua de mayo», señala el profesor Ramón Morales, uno de los responsables del proyecto, que avanza que «el colmo del objetivo sería incluir a estos chicos en los Erasmus y que también hagan prácticas en países europeos, tarea a la que nos vamos a poner desde ya».

«Va a ser el único ciclo de agropecuaria dual en toda Andalucía», presume la directora del IES Almudeyne, María Luisa Pazo, orgullosa de que el pueblo haya respondido tan entusiasmado a la nueva formación, sobre todo gracias a seis empresas dispuestas a acoger a los alumnos en prácticas a partir del próximo enero (pues el primer trimestre será exclusivamente teórico): la cooperativa Las Nieves, la más grande del municipio con cerca de 2.000 socios; la cooperativa Parque Norte, puntera en nuevos procedimientos de calidad; las cooperativas San Isidro, de Maribáñez, y Agroquivir, que engloba a otras de otras pedanías, como Trajano o El Trobal; además de la empresa ya con sede en Utrera Huevos Capi (con más de 250.000 gallinas) y Ganadería Los Calvo, una empresa familiar criadora de cabras que tiene entre sus objetivos montar una quesería artesanal. Los nuevos alumnos del Almudeyne, que tienen hasta el próximo 2 de julio para inscribirse, tendrán un tutor del centro y otro tutor laboral en la empresa, y de ambos dependerá finalmente su evaluación.

En todas ellas, los alumnos pondrán en práctica los conocimientos adquiridos durante el primer trimestre de manos de profesores que serán ingenieros agrónomos y forestales. Si cualquier grado medio tiene unas 400 horas de práctica, este, por ser dual (que combina a partir de enero las clases teóricas con las prácticas), dispone de 1.000 horas. El alumnado estudiará asignaturas como taller y equipos de tracción, infraestructuras agrícolas, implantación de cultivos, sembrar, plantar y talar, instalar y cambiar plásticos de invernaderos, los principios de la sanidad vegetal, el control fitosanitario o la producción de leche, huevos y animales para la vida, entre otras. Los alumnos aprenderán a preparar y arar la tierra, a utilizar la maquinaria agrícola, las modalidades de riego (con bomba, por aspersión, por goteo), la producción de plantas en semilleros, el control de plagas y enfermedades, realizar injertos, usar insectos polinizadores, a escardar, a mantener huevos en la incubadora, clasificarlos y envasarlos, moler grano, limpiar instalaciones ganaderas, separar ejemplares para la reproducción, ordeñar y desparasitar al ganado, etc.

«En el campo siempre hay algo que hacer», dicen algunos manchoneros en la cooperativa Las Nieves, orgullosos de que las nuevas generaciones se formen en condiciones. «Ya hay muchas técnicas y procedimientos nuevos, pero a nosotros con la edad que tenemos ya no nos merece la pena; eso tiene que ser la gente nueva», asegura uno de ellos. El actual paradigma palaciego de estos jóvenes emprendedores desde el campo es el ingeniero químico José Manuel Pérez Plata, que ha convertido los tomates y otros productos de su huerta doméstica en un tomate frito gourmet con nombre propio: Tierra palaciega.