Ni siquiera en lo peor del confinamiento pararon los agricultores, muchos de los cuales hasta colaboraron estrechamente con los ayuntamientos para desinfectar las calles. Y mucho menos en sus campos e invernaderos, como demuestra ahora el nuevo récord de producción de su producto estrella en uno de los pueblos que presume de ser huerta de Sevilla, Los Palacios y Villafranca. Si el año pasado se superaron los 13 millones de kilos de producción de su famoso tomate, solo en lo que va de este (se ha contabilizado la primera campaña y ahora falta la de invierno) ya se han alcanzado los 11,5 millones de kilos. Una barbaridad que hace presagiar que “se sobrepasarán con creces los 13 millones de kilos del año pasado”, como coincidieron en señalar en la reunión de ayer los integrantes de la junta directiva de la Asociación de Productores del Tomate de Los Palacios, que recordaron que el año pasado, a estas alturas, la producción había llegado solo a los 10 millones.
Las cifras, desde luego, son sorprendentes si tiene en cuenta el descenso en el consumo del sector gastronómico en hoteles y restaurantes por culpa de la pandemia. Sin embargo, la merma se ha visto compensada por la fuerte demanda para la industria del gazpacho y el salmorejo, que no solo ha salvado a muchos agricultores al asegurarse un precio mínimo y fijo, sino que ha atraído a los jóvenes hasta el punto de aumentar la superficie de invernaderos en un pueblo que ya ostentaba el récord en este sentido de toda la provincia de Sevilla, pues de las 316 hectáreas de cultivo bajo plástico que había a comienzos de este año, 141 estaban en este municipio del Bajo Guadalquivir, es decir, un 45% . Además, este año no han hecho de las suyas plagas como la de la Tuta absoluta.
En la reunión de ayer estuvieron el alcalde palaciego, Juan Manuel Valle (IU), en calidad de presidente de la asociación; el concejal de Agricultura, Jesús Condán; y los responsables de las tres cooperativas locales: los presidentes de Las Nieves, Juan Begines, y Parque Norte, Miguel Fabián; y el gerente de Frupal, Alonso Navarro. Todos coincidieron en señalar que “el tomate palaciego sigue ganando mercado” y que “en el resultado final del producto repercute la mayor existencia de controles de calidad, lo que redunda en que la industria demande tomate de Los Palacios al tener mayores garantías para el consumidor final”.