El Ayuntamiento de Brenes ha lanzado esta semana el Plan estratégico social municipal extraordinario para afrontar la afectación social y económica que está provocando la crisis sanitaria. Un plan que se centra en la atención y asistencia tanto a la población más vulnerable como en el tejido económico y empresarial de la localidad. Un conjunto de medidas y propuestas que avanzan también en la reactivación de la economía con el fin del estado de alarma.
El plan hace frente el impacto económico del coronavirus en la localidad. Son cuatro los objetivos que lo sustentan. Desde cubrir las necesidades básicas a personas y familias a la ayuda económica para paliar los efectos adversos de desempleo, suspensión de actividad o procesos de regulación de empleo. Del mismo modo, se dirige a la creación de medidas e incentivos para reactivar la economía municipal desde el tejido comercial y empresarial de la localidad, y centralizar todas las acciones en una única oficina de atención.
Con todo ello, este plan es un marco de actuación para que la administración local, la más cercana a la ciudadanía, pueda hacer frente a los efectos de esta crisis dentro de sus competencias y recursos, sin menoscabar la gestión de ayudas y otras acciones que desde el resto de administraciones se puedan gestionar para beneficio de los breneros.
El plan se compone de tres fases. La primera de ellas, ya en marcha, proporcionará ayudas de emergencia de productos de primera necesidad – alimentos, productos de higiene y de desinfección – a personas vulnerables y con los ingresos mermados por esta crisis. Entre los requisitos para poder beneficiarse de esta ayuda se requiere una antigüedad de 6 meses empadronado en la localidad y la justificación del estado económico, para lo que se estudiará independientemente cada caso para valorar la situación. Coordinado por el área de Acción Social municipal, se trabaja también con Cáritas, para dar cobertura a todos los casos, sobre todo ante el incremento de personas que no han sido antes usuarios.
Para esta primera fase se van a destinar 20.000 euros de fondos municipales, ampliables en caso de necesidad y siempre que hubiera disponibilidad presupuestaria. Una cantidad que se incrementa además con las donaciones particulares, de comercios y empresas, tanto económicas –en la cuenta habilitada por el consistorio para recoger la solidaridad vecinal –, como en alimentos y otros productos.
La segunda fase se dirigirá a la actividad económica local. Para ello ya se ha empezado a elaborar un censo de comercios, pymes y establecimientos locales, recabando la situación y la afectación por el estado de alarma.
Entre las medidas propuestas en esta segunda parte del plan se engloban el aplazamiento de tasas municipales de 2019 – como la de veladores – hasta fin de 2020; la priorización en el pago de proveedores a pequeñas y medianas empresas locales; aplicación y asesoramiento de medidas fiscales del OPAEF; y la creación de una plataforma local de comercio. Esta será la que ponga en marcha las acciones concretas para reactivar el comercio local y aprovechar esta crisis para relanzarlo. Entre las que se esbozan se plantea la extensión de la digitalización.
La tercera fase se activará tras evaluar las consecuencias de esta crisis para hacer frente a situaciones extraordinarias por impacto económico. Se pretende que el ayuntamiento pueda dar respuesta en ese momento a aquellas familias que no hayan conseguido remontar tras el estado de alarma y la paralización económica, o a comercios y empresas que no puedan retomar la actividad.
El conjunto de medidas reunidas como plan estratégico van más allá de la acción inmediata, por lo que seguirá aglutinando el trabajo de todas las áreas municipales. Así, además de afrontar la actual situación se determinan un conjunto de previsiones a medio plazo que reactiven y recuperen la economía local desde el punto de vista de las personas. Para ello también se está tomando contacto con agencias de colocación y empleo, con empresas y con el sector agrícola para servir de intermediarios para que aquellas personas en situación temporal de desempleo puedan tener otra ocupación en estos momentos con los que mantener su economía.
Paralelamente, el ayuntamiento también está estudiando la repercusión que estas medidas tendrán en la economía municipal. Se está trabajando igualmente en el ajuste presupuestario del presente ejercicio y elaborando los presupuestos municipales del que viene, para asumir la merma de ingresos por recaudación de impuestos y tasas e identificar partidas en caso de tener que ampliar estas medidas o implementar nuevas acciones.
Puesto en marcha en esta semana, el plan tendrá una vigencia de 6 meses prorrogables desde el fin del estado de alarma, independientemente de la fase que en ese momento se encuentre activa. Con ello se pretende dotarlo de más flexibilidad para que sus medidas alcancen la efectividad deseada.