El restaurante Casa Moral, uno de los principales templos gastronómicos de la provincia y probablemente el de mayor tamaño, acogió ayer la presentación de la V Ronda de la Tapa de Los Palacios y Villafranca, que arranca mañana y se desarrollará hasta el 30 de noviembre con platos especiales que maridan el sabor de la tierra y la innovación de un pueblo que aspira a convertirse, sobre todo en 2018, en capital gastronómica de la provincia, aunque su alcalde, Juan Manuel Valle (IU), asegure que ya lo es porque, «exceptuando la capital por motivos obvios, no hay un pueblo en toda la provincia donde se coma como aquí».
Desde luego el Ayuntamiento y los restaurantes –particularmente los 12 que participan en esta nueva Ronda de la Tapa– se están preparando para consolidar a lo largo del año que viene la marca Los Palacios y Villafranca: destino gastronómico, conscientes como son de que «el turismo de la buena mesa es el que más emerge y tira con fuerza de la economía local», como señaló el representante de la Asociación Local de Empresarios (Alacipa), Cristóbal Olmo –a la sazón, propietario de Bar Rocío–, que junto al primer edil, el concejal de Turismo y Desarrollo Económico, Manuel Carvajal, y el responsable de Servicios y Relaciones Externas de la Confederación de Empresarios de Sevilla, Baldomero Naranjo, presentó todos los detalles de esta ronda que invita a palaciegos y sevillanos en general a disfrutar de una variada carta de 24 tapas (dos por restaurante, a 2,5 euros cada una) de las que se seleccionarán –con el criterio de un jurado profesional y de los propios clientes– dos premiadas por el Mejor Sabor y otras dos por el Mejor Diseño.
La docena de restaurantes protagonistas presentaron allí mismo, en unas mesas que parecían altares preparados para la bendición del jurado, su par de tapas, todas ellas de una presentación, un sabor y hasta un nombre para chuparse los dedos. No hay más que leer algunos de sus títulos a modo de ejemplo: la Carrillera en su jugo envuelta en pasta brick sobre palmentier de Casa Juanma; o el Ajo arriero con tomate de Los Palacios de Casa Troncoso; o el Bombón de merluza sobre fondo de salsa marinera con almejas y langostinos de Gastrobar Moral No ni ná; o el Solomillo a la crema de castaña de Pikislavis; o el Ravioli de calabacines con salmón, salsa de aguacate, queso de cabra y miel, del bar Morillo; o la Merluza rellena de pimiento y queso con salsa de almendras de Casa Joaquín; o el Rosbif de presa ibérica en ensalada con coulis de frambuesa y granapadano, de La Pachanga... En el tapaporte, que ya está en la calle, se ofrece la información completa de todas las tapas y los restaurantes, incluso con detalles de algunos que han evolucionado en los últimos años como Taberna La Liebre, que sin perder su esencia de taberna de toda la vida, se sitúa al nivel de los mejores restaurantes de la localidad, o el restaurante Bon Appétit, una de las últimas incorporaciones al innovador panorama gastronómico del pueblo del tomate.
Como otros años, también en esta edición se ha reconocido la trayectoria y vinculación con el mundo de la hostelería a una empresa palaciega, en este caso Frutas y Hortalizas Hermanos Páez Viruel, que surte con los productos de su distribuidora a las despensas de los bares palaciegos desde 1963, el mismo año, por cierto, que abrió sus puertas el multipremiado a nivel nacional Manolo Mayo, que también forma parte de esta ronda con exquisiteces como el Bombón de gamba roja y ceviche de atún con salmorejo y helado de mango y wasabi.
Un año de buen yantar
Será en Fitur, y en enero, cuando se presente la programación completa que llevará a Los Palacios y Villafranca a convertirse en un verdadero destino gastronómico como mínimo en toda la provincia en cada uno de los 12 meses del año 2018, pero ya se perfilan algunos de los planes, como por ejemplo apellidar la emblemática Feria Agroganadera, en abril, «y de la Gastronomía». Antes, en marzo, se organizará una Muestra de la Repostería de Cuaresma. Y después, en torno al Día de las Letras, que este año se alargará más allá del propio día 23, también la gastronomía servirá de excusa para darle sabor a cuantos actos culturales integren una programación que tendrá como acto principal el del encuentro de sedes provinciales del Aula de la Experiencia de la Universidad de Sevilla. Por otro lado, en mayo, cuando se celebra el Día del Tomate, la fiesta se alargará a una Semana del Tomate «donde podrán degustarse platos relacionados con nuestro bombón colorao», ha adelantado el alcalde, que ultima detalles con la Diputación provincial, para trabajar en estrecha colaboración, y que piensa integrar a todos los sectores locales a lo largo de un año que contará incluso con clases magistrales abiertas al público de algunos los mejores cocineros del pueblo. «Por supuesto, no nos olvidaremos tampoco de las confiterías, que tendrán igualmente su evento», ha señalado el regidor palaciego.