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Actualizado: 07 dic 2018 / 14:19 h.
  • Carmona, lucero de Europa

Pasaron numerosas civilizaciones como fenicios y cartagineses debido a su posición estratégica y a que tiene unas de las tierras más fértiles de toda Andalucía. Pero su auge llega en la época romana cuando participó con el romano Julio César en la sublevación de la Hispania Ulterior. Sobre esta ciudad dijo: "Carmona es, con mucho, la ciudad más fuerte de toda la provincia Bética”. En agradecimiento, Julio César le construye una muralla para su protección, le otorga el titulo de ciudad y le concede el privilegio de acuñar una moneda propia que se llamaría como la ciudad. En esa época Carmo contaba con foro, teatro, anfiteatro y termas. La actual Plaza de San Fernando era el antiguo foro donde confluían las dos principales vías de la ciudad, Cardo Máximo y Decumano Máximo. Los restos arqueológicos del anfiteatro y la necrópolis romana del siglo I antes de Cristo son una auténtica joya. Tampoco te puedes perder, si vas a Carmona, el antiguo puente romano que seguía el trazo de la Vía Augusta, que llevaba desde Gades (Cádiz) hasta Los Pirineos bordeando todo el Mediterráneo.

En el año 712 Carmona es conquistada por el célebre caudillo moro Muza ben Nusayr, que la convirtió en capital de una de las provincias más pequeñas de Al-Andalus, Karmunah. En lo sucesivo, quienes la conquistaron hicieron su parte en la construcción de edificaciones monumentales para hacer de ella su reino. Se construyeron diversos alcázares, mezquitas, fortificaciones y palacios.

En 1245 fue reconquistada por Fernando III el Santo, que la repobló, la otorgó de fuero propio y pronunció la frase que ha pasado a la historia como uno de los mejores legados de la villa,“como el Lucero luce en la Aurora, así en Vandalía (actual Andalucía), Carmona”. Los reyes posteriores la mimaron y amoldaron su imagen a los gustos de la época, entre los que destacan el rey don Pedro I, que eligió el Alcázar de Arriba como una de sus residencias preferidas. Hoy en día está transformado en Parador de Turismo. Su alter ego el Alcázar de la Reina, fue construido por este rey para dar residencia a su amada. Sobre sus restos, hoy se alza un majestuoso hotel conservando el mismo nombre. Este bello edificio se sitúa en otros de los balcones de la ciudad. Desde el Hotel Alcázar de la Reina las imágenes de la campiña sevillana parecen lejanas y producen un sentimiento estremecedor en las almas inquietas de los viajeros.

El monumento más emblemático de la ciudad es La Puerta de Sevilla, que es uno de los mejores ejemplos de puerta romana en España. El Alcázar que la acompaña deja sin palabras con su belleza y de golpe te hace tomar conciencia del peso que ha tenido la historia en estas tierras. Si la puerta enmudece desde abajo, las vistas que nos proporciona desde arriba son el mejor premio al buen número de escalones que subimos hasta llegar al cielo de Carmona. Os recomiendo hacer este paseo cuando el sol empieza a ponerse. Los rayos dorados inundan todo de un color naranja único, reflejándose en los edificios y casas.

En el otro extremo de la ciudad, se halla La Puerta de Córdoba, entrada y salida histórica de la ciudad en dirección hacia el norte. Sus pilares son romanos, pero desde principios del siglo XIX luce un semblante neoclásico fruto de las obras de restauración acometidas en aquellos años.

Otra parada obligatoria serán los conventos de Santa Clara y la Concepción a través de los tornos las monjitas de clausuras despachan delicias de bizcocho, cortadillos, hojaldres y magdalenas elaborados por ellas mismas.

El Museo de la Ciudad que data del siglo XVI y fue remodelado en el siglo XVIII, es soberbio y entre las piezas de mas valor se halla un mosaico romano impresionantemente bien conservado.

La Alameda de Alfonso XIII es un lugar muy romántico que ofrece asiento y sombra para el descanso del viajero y su preciosa Fuente de los Leones para contemplar.

Otro de los sitios mas visitados es el Teatro Cerezo. Dado el patrimonio histórico-artístico que posee Carmona y su mágica luz, ha sido plató de importantes películas. Existe una exposición de los carteles de las películas rodadas en Carmona en este teatro.

La gastronomía carmonense es otro de los grandes atractivos de la ciudad. La máxima popularidad la alcanzan sus espinacas de la campiña, la torta inglesa y la ginebra de fresa. Un lugar recomendable para comer es el Tabanco de Carmona que conjuga perfectamente tradición con vanguardia y buen hacer.

Además de su historia y sus monumentos Carmona ofrece una gran variedad de actividades como visitas a sus campos de girasoles pero también son famosas las rutas a caballo o las visitas a Almazaras. El senderismo cada vez atrae más visitantes a Carmona para hacer la famosa Ruta de la Cueva de la Batida. Es una ruta que mezcla lo monumental con la naturaleza. Durante unas dos horas y media se visitan sitios emblemáticos de la ciudad y se recorren sus bellos campos. Además de la calzada romana y el pequeño puente, se puede apreciar una cantera medieval conocida como Cueva de la Batida, que da su nombre a la ruta.

Carmona fue declarada conjunto histórico en 1963 y es aspirante a ser catalogada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y es que pasear por Carmona es hacer un viaje en el tiempo. Una decena de iglesias de diferentes estilos, de un incalculable valor artístico, y su importantísima Prioral, la de Santa María, hacen de las delicias de los amantes del arte y de la arquitectura religiosa. Sus calles empedradas como las calzadas romanas, sus edificios con restos de las distintas civilizaciones, sus vistas a la campiña y la muralla que la protege con sus dos puertas, te hacen transportarte a otras épocas y soñar.