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Actualizado: 10 ago 2017 / 22:21 h.
  • Cuatro procesiones para llenarse de Escardiel
  • Cuatro procesiones para llenarse de Escardiel
    En la imagen de arriba, un devoto acerca a un niño a la Virgen. Abajo, la romería. / Fotos: Hermandad de Escardiel

Santa María de Escardiel preside la parroquia castilblanqueña desde el mes de mayo. A propuesta del párroco, la Venida de la Virgen se anticipó, para posibilitar tres meses más de cercanía con la bendita imagen. Pasado este tiempo extraordinario y llegado el mes de agosto, comienzan las celebraciones propias de la Venida, que reúnen conferencias, cultos y hasta cuatro procesiones de la imagen.

La tradición marca que cada cinco años la Virgen sea traída en los primeros días del mes de agosto. La noche de la llegada pernocta en su barrio para, en los días sucesivos, visitar el pueblo en su totalidad. En esta ocasión, al encontrarse ya en la parroquia la dinámica varía, pero la esencia se mantiene intacta.

La costumbre y las reglas de la corporación marcan que la Virgen «visite todas las calles, parándose un momento en cada puerta», como forma de visitar y bendecir a los castilblanqueños, explica Ángela Fernández, secretaria de la hermandad. De ahí que sean cuatro las procesiones, cada una hacia un lugar distinto.

El pueblo aparece engalanado con profusión. Los vecinos, por propia voluntad, exornan cada espacio. Arcos, guirnaldas, tiras de luces y flores, colgaduras, mantones «e incluso altares similares a los del Corpus, pero dedicados a la Virgen» pueblan cada calle.

La mañana del viernes 11, tras el toque de diana del tamboril, la peregrina imagen saldrá en procesión hasta la residencia geriátrica municipal Vicente Ferrer. Allí permanecerá toda la jornada con los ancianos, para volver a la parroquia al final del día.

En la tarde del día 12, la Virgen será llevada hasta la zona conocida como el Puente, haciendo noche en el altar erigido para ello en la Huerta del Portillejo, donde se pernocta habitualmente cada Venida. Acompañada por los vecinos de su barrio, pasará la jornada del día 13 hasta que, ya en la tarde, vuelva a salir en procesión recorriendo otra zona distinta hasta volver al templo del Divino Salvador. En cada salida procesional se celebrará la misa en los lugares que la Virgen visita. Es habitual que estas procesiones las realice la Virgen en las pequeñas andas y ataviada de pastora, el traje que usa en exclusividad para los traslados. Sin embargo, en esta ocasión, todas estas procesiones las hará vestida de reina y con las mejores galas, tal y como ha lucido en este tiempo desde el altar mayor. Como acompañamiento, además de los rezos y cantos de los fieles, llevará en todas ellas los sones del tamboril.

El 14 de agosto, víspera de la fiesta de la Virgen, será vivido de forma intensa. Expuesta todo el día en besamanos, el acto entrañable de la Venida tendrá lugar con la presentación de los niños nacidos en el último lustro y que por primera vez conocen a la Virgen en el pueblo. A las 12 de la noche, ya inmersos en la festividad de la Asunción, una nueva procesión llenará las calles. En esta ocasión con el simpecado y en santo rosario, acompañado por mujeres ataviadas de flamencas, los cantos del coro y los devotos portando bengalas y velas. El día grande de esta Venida será el 15 de agosto. Entronizada en el singular palio de tumbilla azul, la Virgen de Escardiel recibirá el fervor de su pueblo en el Ángelus de mediodía y en la función por la tarde. Al término del oficio religioso dará comienzo la última de las procesiones, en la que desde su paso de palio terminará de recorrer la localidad, esta vez por el itinerario habitual que realizan todas las procesiones, y con el acompañamiento musical de la local banda municipal Virgen de Gracia y un cortejo de mujeres de mantilla.

Estreno

Como recuerdo de esta Venida y como forma de agasajar a la Señora, los devotos han regalado una saya, elaborada en tisú de plata y bordada en oro por Enrique Carrascal. Será la que estrene y luzca en la procesión del día 15, y el recuerdo del amor que le profesan tantos castilblaqueños que han sufragado la valiosa prenda.

Este ciclo festivo también comprende dos conferencias, una el día 10, abriendo las celebraciones y otra el 16 de agosto, poniendo el punto y final. La primera estará dedicada a la advocación de Escardiel, mientras que la segunda versará sobre el otro titular de la corporación, el Cristo de los Vaqueros, obra de Ruiz Gijón que permanece en la ermita.

Finalizados todos estos actos, la sagrada imagen volverá a entronizarse en el altar mayor de la parroquia.

Los días 31 de agosto, 1 y 2 de septiembre se celebrará el triduo en su honor, que cada año se realiza la semana antes de la romería y este año se hará ante la imagen.

De forma especial, y para cerrar este jubiloso tiempo de la Venida, se celebrará una misa de acción de gracias, que presidirá el Arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, el día 3.

Solo restará llevar a Santa María de Escardiel de nuevo a su recoleta ermita. Ataviada como bendita pastora de la sierra, en sus pequeñas andas y cubierta por un guardapolvo, el día 9 de septiembre emprenderá en romería el camino por la Pasá de Escardiel, soñando sus peregrinos y devotos con verla de nuevo, allá por 2022, en el centro del pueblo, de la parroquia y de sus corazones.