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Actualizado: 13 mar 2019 / 10:10 h.
  • El pan con sabor a jamón ya es una realidad

En la panadería ‘La esencia’, un obrador del polígono Pisa de Mairena del Aljarafe, huele a jamón. Pero no hay jamón por ningún lado. Ni siquiera hay un secadero de jamones cerca. Pero lo que sí hay es la unión de Javier González, su gerente, con Antonio Pérez, el veterinario extremeño que ha patentado la primera harina que tiene la bellota como base para elaborarla.

Con esa harina, Javier ha conseguido poner en sus vitrinas un pan que supone que este obrador sea el primero de Andalucía en aplicar la idea del sanitario extremeño, además de suponer un nuevo hito para este obrador, que en las pasadas fiestas navideñas ideó el roscón de reyes salado, mediante una fórmula para ofrecer algo distinto al dulce tradicional.

La génesis de la historia está en el proceso que se ha conseguido culminar para patentar el proceso industrial de fabricación de harina de bellota, que permite producir grandes cantidades de este producto derivado del fruto estrella de la dehesa y con enormes posibilidades de aplicación en distintos alimentos para consumo humano como el pan y bebidas vegetales.

La Oficina Española de Patentes y Marcas ha dado el título de patente de invención a este proceso impulsado por el veterinario, natural de Jerez de los Caballeros (Badajoz), vinculado profesionalmente al sector del porcino ibérico de bellota, y en la panadería de Mairena del Aljarafe ya es una realidad.

“Se busca un nuevo aprovechamiento”

Antonio Pérez pone el acento en que su labor se centra en dar un nuevo aprovechamiento a la bellota, hasta ahora usada fundamentalmente para el cebo de cerdos ibéricos, lo que a su vez supondría crear un nuevo nicho productivo dentro del ecosistema singular de Extremadura con la consiguiente creación de empleo y fijación de población al territorio.

Y todo, por “nuestro interés por la bellota, sobre todo por su alto nivel nutricional y por las características beneficiosas que tiene para la salud, como pueden ser, entre otras, que presenta, al igual que el jamón ibérico de bellota, un gran perfil de ácidos grasos mono y poliinsaturados, es decir son grasas cardiosaludables, ricas en ácido oléico, linolénico, etc., en polifenoles por los taninos que posee y por lo tanto antioxidante”.

Además, es rica en almidones de lenta absorción y, por lo tanto. hipoglucémiante, con lo que ayuda al control del nivel de azúcar en sangre, a lo que se une que está libre de gluten, con lo que el producto final es apto para celiacos.

Por ello, se abre ahora un amplio abanico de posibilidades de producir con la harina de bellota distintos alimentos, desde salchichas y hamburguesas veganas, pasando por bebidas vegetales y hasta gusanitos, además de ser apta para celíacos ya que no contiene gluten.

De momento, ha dicho, se están comercializando productos de panadería y bollería artesanal, lo que está teniendo una respuesta muy positiva por parte del consumidor.

El pan con sabor a jamón ya es una realidad

Panes, galletas, rosquillas...

Con la premisa de poner en marcha este original proyecto, el obrador de Mairena se puso manos a la obra, y su pan de jamón de bellota ya es una realidad, mediante el acuerdo con el veterinario pacense de que producirlo como campo de pruebas, pero se está convirtiendo en un producto indispensable para sus clientes.

“Lo elaboramos, y además de venderlo lo damos a probar, y es verdad que la gente se sorprende cuando prueba algo que es pan pero deja el regustillo del mejor jamón ibérico”, explica Javier González, que tiene en su lista de productos a sacar adelante con esta fórmula galletas, rosquillas, magdalenas y bizcochos. “Ahora, además, quieren que empecemos a trabajar con colines y picos, y todo es posible”, señala.

Además, añade que “trabajamos mucho la pedagogía con los clientes, de modo que explicamos a los clientes en qué consiste el producto, contestamos a las preguntas que nos hacen, y cuando se marchan no se llevan sólo pan, sino una explicación real de algo innovador”.

Para rizar el rizo, señala que a las galletas les añaden semillas de olivo, con lo que la magia del producto está hecha por completo.

Se pueden hacer hasta chucherías

Antonio Pérez va mas allá a la hora de hablar de las posibilidades de su idea, porque “hay la posibilidad de hacer productos derivados de la bellota desde bebidas vegetales hasta panificación, bollería o gusanitos, para niños pasando por infinidad de formas de presentación.

Además, “es un producto de nuestra tierra ( kilómetro 0), en contraposición a otros productos hoy muy de moda pero procedentes de lugares de producción muy lejanos y no más beneficiosos que los derivados de la bellota.

"Quizás como se suele decir el árbol no nos ha dejado aún ver el bosque", ha indicado Pérez Moreno, quien ha recordado que mientras que en los últimos años se ha impulsado el conocimiento en relación a la gastronomía de castañas, setas, espárragos y otros frutos silvestres, la bellota ha permanecido en el olvido.

Si bien, ha añadido que en este momento se empieza a poner en valor a este fruto y ya comienzan a emerger incluso los primeros cultivos intensivos de encinas para consumo humano.

Con todo, la idea está lanzada y en Mairena del Aljarafe ya se puede probar. Ahora, queda que la labor de los que la han sacado adelante le dé toda la variedad que su imaginación, que es mucha, les permita.