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Actualizado: 02 abr 2017 / 21:44 h.
  • El retorno a la mina
    Villanueva del Río y Minas recibirá a un centenar de sus hijos en la diáspora esta Semana Santa. / El Correo
  • El retorno a la mina
    Vecinos de la localidad, en una imagen de archivo. / El Correo
  • El retorno a la mina
    Minas abandonadas en la localidad sevillana. / El Correo

Las raíces personales son un legado inmaterial que se atesora como rasgo definitorio. Son motivo de orgullo y vínculo que ata al lugar y al entorno, y siempre motivo de añoranza cuando no se disfruta de ellas por motivos laborales, familiares o sentimentales. Más si cabe cuando proceden de un pueblo, donde la idiosincrasia particular suma un añadido a esas características innatas. Y son el sustento de la creación del grupo Mineros por el mundo, que en Semana Santa organiza su primer encuentro en la tierra de sus orígenes, Villanueva del Río y Minas.

Las nuevas tecnologías, internet y las redes sociales suponen un espacio inmejorable para mantener vivas esas raíces en la distancia. Con esa pretensión surgió el proyecto Mineros por el mundo, abanderado por el centro Guadalinfo de Villanueva del Río y Minas y el área de desarrollo municipal. Nacida y funcionando desde hace casi seis años, la iniciativa ha creado espacios para el contacto y la interacción de villarroteñomineros que abandonaron la localidad.

El objetivo era crear enlaces entre los vecinos del pueblo y los que tuvieron que salir fuera. Pero como proyecto vivo, fue llenándose de propuestas. A finales de 2011 se crea un blog como espacio colaborativo donde compartir fotos, vivencias y recuerdos de la localidad, explica Julián Moreno, técnico de Guadalinfo. Con el grupo de Miner@s por el Mundo en Facebok se configura una red amplia, que supera los 1.500 usuarios, y que supone un espacio de interacción y un canal de comunicación para el día a día de la localidad. De ahí surge la organización de este encuentro, fechado en Semana Santa para facilitar desplazamientos y por la oportunidad de disfrutar de sus cofradías y sus costumbres.

Es difícil saber cuántas personas de la localidad viven fuera. Esta primera edición va a contar con un centenar de participantes, que llegarán desde localidades limítrofes, Sevilla, Huelva, Ávila, Madrid, Galicia e incluso Holanda. La mayoría vienen de Barcelona, «hay pueblos y barrios que son mineros, tienen incluso una peña cultural que se llama Atlético Minas, con el escudo del Minas C.F.». Con este encuentro se conseguirá «traer gente al pueblo que hace tiempo que no lo visita, mantener vivo el conocimiento de nuestra localidad y atraer el turismo oriundo minero», comenta Moreno.

El Jueves Santo, 13 de abril, tendrá lugar la recepción oficial de participantes, en la Casa de la Cultura. El patrimonio monumental e industrial será protagonista el Viernes Santo, 14 de abril, con una visita guiada a través de los distintos enclaves. En la tarde, los asistentes revivirán sus tradiciones con la salida procesional de la hermandad del Cristo de la Buena Muerte y la Virgen de los Dolores. Más especial, si cabe, en este año en que han tenido dificultades para componer las cuadrillas de costaleros y han sido noticia en medios de toda España. El cronista local Pepe Hinojo será el encargado de cerrar el encuentro con la visita, el sábado 15, al conjunto arqueológico de Munigua, que concluirá con el autóctono potaje minero.

Además, los mineros en la diáspora podrán aprovechar para llenarse de la rica interacción con sus vecinos, gentes de amplia hospitalidad. Resalta este hecho Laura Tinajero, que si bien no es originaria de Villanueva del Río y Minas, se siente nacida en la localidad y orgullosa de haber vivido en ella su infancia. «El hecho de ser un pueblo que se formó con inmigrantes para la mina, y que con el cierre se vieron obligados a emigrar le hace tener una mentalidad muy abierta, son personas muy cosmopolitas, que reciben muy bien todo lo que viene de fuera. Fue el primer pueblo de España con luz eléctrica en las casas, en 1902, reflejo de esa personalidad. Es una idiosincrasia diferente».

Desde los años 70, su familia ha vivido en el pueblo y era «el lugar de vacaciones por lo rico del entorno, con todas las posibilidades de veraneo, y por lo que suponía criarse a temporadas en un pueblo». Su relación actual con la localidad es a través de su novela Pozo 5, ambientada en la Mina y escrita gracias a las aportaciones de los miembros de ese grupo. «Ha sido como retomar la infancia y volver a vivir allí». Participará en el encuentro «sobre todo por conocer Munigua, es la primera vez que voy a ir», acompañada por su familia.

Juan Manuel Reina será otro de los Mineros por el mundo que participará en la convivencia. «Me fui voluntario a la mili porque en el campo entraron las máquinas y nos vimos obligados a emigrar», explica. Asentado en Leganés (Madrid) «trabajaba como camionero. Cuando hacía la ruta Madrid - Sevilla, me acercaba al pueblo. La carretera pasa por la que era mi casa, y aunque no paraba, esa visita me quitaba la nostalgia». Gracias al grupo «tengo más amigos del pueblo que de donde vivo y me alegra encontrarme con ellos». Tras tres años volverá a sus orígenes, esos que siempre ha intentado sembrar en sus hijos y nietos, «hay que mantener las raíces vivas». Confía en que «cada vez seamos más los que participemos en próximos encuentros».

Mineros por el mundo es un grupo vivo y activo. La intención es repetir periódicamente este encuentro, enganchar también a las familias de esos emigrantes con sus raíces y conseguir que la vuelta al origen no sea una anécdota sino que el retorno a Villanueva del Río y Minas sea una palpable realidad.