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Actualizado: 17 mar 2021 / 15:15 h.
  • El homenajeado, Diego Gómez, con el Arzobispo de Sevilla y su familia a la finalización de la misa en la que le fue impuesta la medalla (Foto: Archidiócesis de Sevilla)
    El homenajeado, Diego Gómez, con el Arzobispo de Sevilla y su familia a la finalización de la misa en la que le fue impuesta la medalla (Foto: Archidiócesis de Sevilla)

Diego Gómez lleva toda su vida al servicio de la parroquia de Nuestra Señora de las Nieves, de La Rinconada. Como reconocimiento a su prolongada labor, el Arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, le ha concedido la medalla Pro Ecclesia Hispalense, la distinción diocesana por una vida dedicada a su parroquia.

Además de sacristán en activo de Las Nieves y acólito instituido, la labor de Gómez también se extiende a Cáritas parroquial, de la que fue fundador. Miembro de la pastoral de la salud y acompañante en los cursos prematrimoniales, fue también fundador de la hoja parroquial y pregonero de la Semana Santa de La Rinconada. Nacido en Los Morales en 1934, es rinconero de adopción.

Un hombre de Dios

Padre de tres hijos y abuelo de cinco nietos, su familia lo define como “un hombre servicial y siempre presto para transmitir la fe e inculcar valores”, según recoge el Arzobispado en una nota sobre la concesión del reconocimiento. Mismos términos en los que coincide el párroco de La Rinconada, Enrique Barrera, quien afirma que se trata de “un hombre de fe auténtica, servicial dentro del templo y fuera de él. En el pueblo lo quieren mucho porque ha sido muy entregado, siempre confiado en la Divina Providencia, un cristiano auténtico. Un hombre de Dios”.

Fue al término de la misa celebrada el pasado viernes cuando monseñor Asenjo impuso la medalla al sacristán. Además de agradecer la distinción al prelado hispalense, Gómez recordó a los párrocos a los que ha servido – ocho en total –, “con los que tuve la gracia de poner en práctica mi vocación al servicio de la iglesia”, expresó. Ha sido el actual el que, en palabras del Arzobispo “ha insistido mucho en la concesión de esta medalla”.

El sacristán de Las Nieves de La Rinconada recibe la medalla Pro Ecclesia Hispalense
El Arzobispo de Sevilla, monseñor Asenjo, con el sacristán Diego Gómez, que porta la medalla Pro Ecclesia Hispalense (Foto: Archidiócesis de Sevilla).

El sacristán tuvo palabras un recuerdo para toda su familia, especialmente para su esposa, a quien dijo que “este reconocimiento también es tuyo, porque mientras yo estaba al servicio de los demás, siempre has estado generosamente a mi lado”. Finalizó su intervención haciendo referencia a “la dicha, el gozo y el orgullo de ser cristiano”, dando las gracias a Dios “que me ha dado tanto, infinitamente más de lo que yo humildemente he podido entregarle”. Unas palabras que fueron recibidas con un gran aplauso por parte de los asistentes a la celebración.

Reconocimiento por el servicio parroquial y diocesano

La medalla Pro Ecclesia Hispalense es, según se explica desde la Archidiócesis, “un mérito reservado para aquellas personas que se han distinguido por su servicio generoso y abnegado en el ámbito parroquial o diocesano”, siendo concedida por el Arzobispo.

Se trata de una reproducción del pectoral de bronce hallado en el entorno de Itálica y que se cree que pudo pertenecer “a un obispo de la época visigótica, en los tiempos en que rigieron sucesivamente la Archidiócesis los santos arzobispos Leandro e Isidoro”, tal y como recoge la página web de la sede hispalense. Se trata, junto con un sarcófago paleocristiano encontrado en Écija, del “testimonio más antiguo de la Archidiócesis”. El anverso muestra “grabado en sencilla silueta el Salvator Mundi”, con el cáliz eucarístico y el anagrama IHS, las primeras letras del nombre de Jesús en griego. En el reverso exhibe el crismón, “anagrama también griego de Cristo”.