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Actualizado: 30 nov 2017 / 08:41 h.
  • Gestión del agua: pasos firmes hacia la igualdad

La provincia de Sevilla tiene 105 municipios y casi dos millones de habitantes. A nivel nacional, hablamos del cuarto territorio más poblado y el undécimo más extenso. De hecho, entre las provincias con más habitantes, Sevilla es, con diferencia, la de mayor superficie. Lo anterior, más allá de las claves demográficas que desprende, sirve también para iniciar un debate sobre el agua, el recurso natural que quizás más está sometido a la presión demográfica. Y es que el agua es un bien preciado no siempre valorado, pero que ahora, cuando sus reservas menguan y la lluvia se hace de rogar, saltan las alarmas de una civilización que la requiere tanto como el oxígeno para vivir.

De acuerdo al concepto anterior, es preciso trazar un mapa provincial del agua para conocer, con detalle y contexto, cómo se está articulando a día hoy la gestión del ciclo integral del líquido elemento, es decir, los procesos que provocan que con el simple hecho de girar la manilla del grifo, fluya el recurso, gracias, anteriormente a ese gesto, con la captación, potabilización y conducción del abastecimiento y con posterioridad con un correcto tratamiento de depuración y devolución del agua a la naturaleza.

En este sentido, es preciso destacar que si existen 105 realidades municipales, hay otras tantas potestades de gestión del agua. Lo anterior es sinónimo de que cada Ayuntamiento tiene la capacidad de decidir cómo regular el abastecimiento de su localidad. De esta forma, y tras años de avance y consolidación de la idea positiva que genera la integración en un sistema de agua, podemos decir que la provincia está a día de hoy mayoritariamente adscrita a organismos supramunicipales. En concreto, cohabitan en el territorio hasta cinco sistemas, aglutinando a 79 localidades –solo 26 no están adscritas a algún sistema– y lo que aún magnifica más su proyección, y es que en niveles de población hablamos de prácticamente el 90 por ciento del total de la población.

En una breve panorámica del mapa provincial se observa que los municipios que a día de hoy no están integrados en un sistema de agua se concentran, principalmente en los extremos norte y sur del territorio sevillano, con excepciones. La realidad es que de estos 26 municipios aún no consorciados, más de la mitad, 15 de ellos, están ubicados en la vertiente septentrional de la provincia: Alanís, Almadén de la Plata, Burguillos, El Castillo de las Guardas, Castiblanco de los Arroyos, Cazalla de la Sierra, Constantina, Guadalcanal, Guillena, Las Navas de la Concepción, La Puebla de los Infantes, Lora del Río, San Nicolás del Puerto, Peñaflor y Villaverde del Río. La otra mitad, concentrada en la Sierra Sur comprende los pueblos de Aguadulce, Badolatosa, Casariche, Coripe, Estepa, Gilena, Lora de Estepa, Montellano, Pedrera y Pruna. Isla Mayor, por su parte, aún queda como un único ejemplo de localidad no adscrita a un sistema de agua en la zona del Aljarafe y Bajo Guadalquivir.

Estas localidades, aún independientes al respecto de su integración en un sistema, se enfrentan a problemas propios como los pocos recursos y de capacidad inversora como a la falta de transparencia y, a grandes rasgos, de control sobre el servicio, que a su vez, se realiza a facturación baja.

En el resto del panorama provincial, y según condiciones geográficas, operan los cinco sistemas a los que el Consorcio coordina con la homogeneización de las políticas de agua como meta próxima. Serían Aljarafesa, en la comarca del Aljarafe, vertiente occidental de la provincia; Emasesa en Sevilla capital y municipios adyacentes al este y sur; Aguas del Huesna en la franja central, de norte a sur; Plan Écija en el municipio astigitano y localidades limítrofes y Sierra Sur en las localidades que de esa comarca sí tienen sistema de aguas.

La estrategia del Consorcio arranca con la pretensión de mejora de la gestión de los recursos, tanto a niveles de abastecimiento como de depuración. Como causa efecto, esa mejora en la gestión de los recursos, provoca que también se perciban avances en los cinco sistemas, antes reseñados, que trabajan en la provincia. Con esto se busca hacer posible la viabilidad técnica y económica de la integración en sistemas supramunicipales.

En este sentido, el Consorcio ya realiza labores de asistencia técnica para la mejora del abastecimiento, como son los casos del nuevo sondeo en la finca La Algaidilla, en Estepa; al Ayuntamiento de Cazalla para arreglos en depósitos generales de uso municipal; en Isla Mayor para la conexión del nuevo sondeo en el Cerro de la Cruz o en Las Navas de la Concepción, para mejoras en el abastecimiento municipal. Se trata de cuatro municipios que, a día de hoy, no forman parte de ningún sistema. Una de las actuaciones clave que el Consorcio está realizando en estos momentos es el estudio de la situación del ciclo hidráulico en los municipios no consorciados.

En materia de saneamiento, también destaca la radiografía sobre el estado de la depuración en la provincia, de acuerdo a un marco de convenio futuro entre la Consejería de Medio Ambiente y la Diputación de Sevilla. En asuntos hidrológicos, también participan en actuaciones, como el proyecto de embocadura del arroyo La Lana en El Ronquillo.

Oficina técnica

El Consorcio Provincial de Aguas de Sevilla es un organismo dependiente de la Diputación de Sevilla, «pero no es de gestión no está para realizar inversiones. La pretensión es homogeneizar el servicio que se presta, sea cual sea el rincón de la provincia todos los ciudadanos reciban agua en las mismas condiciones» explica Joaquín Fernández Garro, vicepresidente, y a la sazón, responsable más directo del mismo, toda vez que la presidencia la ostenta Fernando Rodríguez Villalobos, presidente de la Diputación de Sevilla. Fernández Garro explica que trabajan para «poner de acuerdo a todas las entidades que llevan el agua y que luego las depuran».

Para conseguir lo anterior, y respetando «el principio de autonomía municipal», el objetivo que busca este organismo no es otro que todos los municipios estén integrados en algún sistema público. Para llegar a ese escenario, se realiza asesoramiento continuo, así como la evaluación de la situación del ciclo integral del agua en cada uno de estos municipios no consorciados para con esa primera radiografía facilitar la integración en según que sistema, «por proximidad o menor necesidad inversora». Luego, es pertinente realizar una hoja de ruta que, para llegar a ese escenario, hay que cuantificar una «importante carga de inversiones», insiste.

La oficina técnica de este ente está ubicada en las dependencias provinciales del Complejo Educativo Blanco White, perteneciente a la Diputación. Consta de seis trabajadores, dirigidos por la gerencia de Blas Ballesteros. El departamento técnico está formado por Francisco Javier Fuentes, José Luis Moreno y Manuel Alejandro García; mientras que Mercedes Giraldo y Desireé Galán conforman el departamento administrativo.