Hace ya varios años que la Policía Local de Castilleja de la Cuesta desarrolla una campaña de especial vigilancia de cara a la noche más terrorífica del año. La noche de Halloween tiene muchos matices como para dejarlos sin vigilancia, pero, además, es preciso vigilarla de cerca desde varios días antes, con el fin de que, sobre todo los niños, lleven disfraces seguros, que no les pongan en peligro alguno en una cita para pasarlo bien.
Una labor de vigilancia que, desde hace días, recorre los establecimientos de la localidad para no dejar nada a la improvisación. Productos sin etiqueta en español y oficial de la Unión Europea, sin una procedencia clara, con peligro de infecciones en la piel o con la posibilidad de provocar asfixia.
Son algunos de los incumplimientos de la normativa legal que vigilan los agentes a la hora de revisar las condiciones en las que se venden objetos de distinto tipo, ropa incluida, para que los niños del pueblo celebren la noche de Halloween perfectamente ataviados.
Por ahora no hay balance del trabajo de vigilancia de este año, aunque en ediciones precedentes se han retirado de la venta más de 1.500 productos de distinto tipo, dentro de la acción promovida desde la Delegación de Protección y Seguridad Ciudadana con la finalidad de que transcurran estas fechas sin incidentes, redoblando los esfuerzos para evitar concentraciones y otro tipo de actividades que vallan en contra de la protección de la salud pública y contra los actos vandálicos.
Una normativa rígida y segura
La campaña, no obstante, empieza por los propios compradores de los productos, que tienen que tener muy en cuenta lo que se terminan llevando a su casa y termina en manos de los niños.
En primer lugar, se recomienda siempre leer con detenimiento la etiqueta y las instrucciones de uso de los productos que se vayan a adquirir, que deben estar en castellano, y prestar especial atención a los consejos de uso y advertencias de seguridad.
En este sentido, se debe tener en cuenta que los productos destinados a ser utilizados por personas menores de 14 años y que se comercialicen en la Unión Europea, al ser considerados juguetes, deben llevar el denominado marcado CE, que indica que cumple con la normativa europea en materia de seguridad.
En el caso de las máscaras, es importante comprobar que cuentan con suficientes orificios de ventilación, para evitar riesgo de asfixia.
En cuanto a los productos de maquillaje, hay que revisar detenidamente sus componentes, así como la fecha de caducidad antes de utilizarlos para evitar posibles reacciones alérgicas.
Asimismo, es importante verificar que los productos dirigidos a la infancia no contengan piezas pequeñas que se puedan desprender y ser ingeridas, no tengan bordes cortantes y estén fabricados con materiales no inflamables. Estos productos tampoco deben llevar cordones en la zona del cuello para así evitar estrangulamientos, y si los llevan en otras partes han de estar convenientemente asegurados.
Coordinación con las administraciones
Para que todo se desarrolle conforme a la seguridad que exige la cita, la labor de vigilancia se desarrolla en dos fases. La primera se activó en días pasados, con el control del establecimiento de venta de productos al consumidor, para proteger los productos que compra y garantizar la seguridad.