Facebook Twitter WhatsApp Linkedin Copiar la URL
Enlace copiado
Actualizado: 03 sep 2022 / 12:38 h.
  • «Hay demasiada tierra vacía en Los Palacios que debemos rentabilizar»

Uno de los pulmones económicos y sociales de Los Palacios y Villafranca es su cooperativa agrícola Virgen de Las Nieves, que vivió el pasado jueves unas elecciones que han renovado a su junta directiva y han colocado en ella a un nuevo presidente: Pedro Parejo Begines, 52 años, manchonero de toda la vida y rodeado de otros muchos para darle un “necesario impulso” a esta institución con tantos retos por delante: consolidar el éxito de producción del tomate y conseguir la IGP, pero también diversificar los géneros para darle uso a “tanta tierra como hay vacía porque no se le encuentra la rentabilidad”. Aunque hubo récord de participación, el resultado de las elecciones ha sido bastante estrecho: solo 17 votos de diferencia. El anterior presidente, Juan Begines Gómez, que volvió a presentarse, consiguió 245 votos. Pedro Parejo Begines, 262. Dos votos fueron en blanco y 4 nulos. El futuro de esta histórica institución sigue por escribir, y de ello trata esta entrevista en exclusiva para El Correo de Andalucía.

-¿Por qué se le ocurre a un manchonero como usted presentarse a presidente de la Cooperativa?

-Por una cuestión de orgullo. Soy agricultor desde que nací, y la cuarta generación de agricultores de mi casa. Mi padre, a finales de los 70, fue el primero que fue socio de esta cooperativa, y los hijos fuimos ya trabajando en el campo. Yo, además, he pertenecido a juntas directivas anteriores, y la verdad es que siento la cooperativa como algo mío. Me gusta el reto y mucha gente me ha empujado porque creen que tengo buen carácter, y viendo que había tanto por hacer me he rodeado de buenos asesores. En la junta somos nueve, pero hay muchos más agricultores empujando en el proyecto.

-La Cooperativa, que es una institución económica, social y casi espiritual de Los Palacios, tiene más de medio siglo de historia. ¿Ha avanzado lo suficiente?

-El avance ha sido descoordinado porque unas cosas se hicieron en tal año y otras demasiado después. No está hecho todo bien y de una vez. Pero ha llegado el momento de ir cambiando la infraestructura antes de que se nos caiga abajo. Moveremos cielo y tierra para ir modernizando los edificios.

-Imagino que también habrá otros grandes retos, como ese tan recurrente de llegar más lejos con sus productos.

-Claro. El tomate, por ejemplo, ya podemos considerarlo un niño que anda solo, por su calidad y su cantidad. Pero me preocupan también mucho otros productos que hasta se están perdiendo...

-Como cuáles.

-Por ejemplo la sandía, los espárragos, la uva, la patata, el calabacín. Presumimos de muchos millones de kilos y de récord de tomates, pero no podemos olvidarnos de lo demás. Hay muchos agricultores que no tienen invernaderos y se dedican a otros productos y también hay que mimarlos. Tenemos la intención de que nadie se quede atrás y vamos a luchar por todos los géneros.

«Hay demasiada tierra vacía en Los Palacios que debemos rentabilizar»

-¿Es tan cierto ese aumento en la producción del tomate cada año?

-Sí, al menos en la cooperativa conseguimos cada año como un millón de kilos más. Solo en 2021 y en esta cooperativa hemos sobrepasado los nueve millones de kilos, pero hay dos cooperativas más. En el último ejercicio hemos bajado un poco, pero este año no es representativo porque nos falta agua, los costes de producción han subido una barbaridad... Tenemos que hacerle ver a la sociedad que, con muy poca dotación de agua, podemos respaldar a esos manchoneros que no tienen respaldo. Hay que buscar alternativas para el manchonero, como ocurrió en la última sequía hace treinta años. Tenemos ahí una máquina de manufacturación del tomate que nos ha costado un dineral y no podemos permitirnos que esté parada porque la campaña de tomate, por ejemplo, venga corta. Dependemos mucho del agua, y la necesitamos antes de diciembre.

-Y menos mal que desde hace unos años tenéis el recurso del gazpacho, ¿no?

-Sí, hay empresas como la de Don Simón que nos recogen todo el tomate para la producción de gazpacho, que es una garantía, y la queremos incluso aumentar. Últimamente se ha ido estrechando el embudo solo a los meses de mayo, junio y julio, y a lo mejor debemos ir aumentando... Para nosotros es importantísimo respetar el medio ambiente y la calidad del producto, pero también que sean productos sociales. El hombre que ha cogido ese tomate ha cobrado un sueldo digno y ha pagado su seguridad social.

-¿Cuál es su gran proyecto al tomar las riendas de la cooperativa?

-No hay uno en concreto. El gran proyecto es llevarlo todo por delante. El tomate, que es nuestro producto estrella, hay que seguir incentivándolo, pero lo demás no puede quedarse atrás. Ni siquiera los vinos de la tierra. Tenemos que reunirnos, además, con toda la hostelería de este pueblo. Queremos que una institución como la Cooperativa forme parte de rutas culinarias como la del arroz. Y, por otra parte, tenemos que ir dando pasos, innovando, en la elaboración de nuestros propios productos.

-¿Y con el tomate se ha conseguido la Indicación Geográfica Protegida por fin?

-No. Lo que tenemos es una Marca Colectiva para distinguir nuestro producto de lo demás que hay en el mercado. Pero el paso siguiente es buscar, efectivamente, la IGP. Y para eso nos hace falta un último empujón a todos desde la Asociación de Productores del Tomate de Los Palacios, donde estamos nosotros, Frupal, Parque Norte y por supuesto el Ayuntamiento. No sentimos a las otras cooperativas como competencia ni mucho menos. Deberíamos hacer más cosas juntas y no solo para el tomate, sino para más cosas. Se habían hecho muchas cosas en estos últimos años pero últimamente estábamos un tanto parados. Para conseguir la IGP hay que llegar a la Junta de Andalucía. Tenemos que terminar de demostrar que nuestro tomate es único y muy particular. Creo que se hizo un trabajo muy importante en su momento pero hubo gente que dejó de empujar porque se aburrió, y hay que volver a retomar el tema, terminar el certificado de calidad, que haya quien controle que el tomate que compra el consumidor es el mismo que nosotros mimamos con todo el cariño del mundo.

«Hay demasiada tierra vacía en Los Palacios que debemos rentabilizar»

-¿Queda tierra vacía en este pueblo de agricultores?

-Muchísima, demasiada. Y la razón es que no se ha conseguido que sea rentable. Yo lo decía el día de las elecciones en mi discurso como el punto número uno. Voy a intentar buscar soluciones para tanta tierra vacía. Tenemos que buscar cultivos que cuenten desde el principio con esa misma seguridad y garantía que se ha conseguido para el tomate. Contratos de pimientos, de coliflores, de calabacines. Tenemos un ejemplo muy cerca, que son las tierras de Lebrija. Existen empresas que buscan los productos de calidad que nosotros sabemos producir antes de que se sembraran en Lebrija, por ejemplo. Solo nos falta poner a nuestros agricultores en contacto con esas empresas que demandan cultivos de calidad.

-El anterior presidente no tenía un sueldo. ¿Usted lo tendrá?

-Yo sí lo voy a tener. Además, creo que es necesario que así sea. Creo que es un error que el presidente no tenga su sueldo. El presidente tiene que estar constantemente aquí. Y eso se va a notar desde ya. De todas formas, aunque yo crea que la cooperativa necesita un revulsivo, también tengo que agradecer el trabajo que han hecho las anteriores juntas, empezando por esta última encabezada por Juan Begines Gómez.

-¿Cuántos trabajadores tiene esta cooperativa? ¿Deben temer por sus puestos?

-Ahora tenemos exactamente 49 trabajadores fijos. Y vamos a intentar generar más productos y más cantidad para que hagan falta incluso más empleados. Tenemos claro que para que la Cooperativa funcione tienen que estar contentos sus trabajadores, que además son, prácticamente todos, socios e hijos de socios. Nuestra única dificultad ahora mismo es la sequía.