La biblioteca de Sanlúcar la Mayor lleva lustros buscando un sitio para crecer y alojar a sus más de 2.500 socios. Con cerca de medio siglo sobre sus muros (data de 1971) se había quedado pequeña y obsoleta. Tras diluirse la opción de trasladarse al edificio del Ecocentro por dificultades urbanísticas –que demoraría la mudanza hasta tres años–, el gobierno municipal ha retomado la antigua aspiración de reconvertir en biblioteca la antigua sede de la Cámara Agraria, un edificio con 100 años de historia.
El primer paso de cara a la transformación de este edificio se dio la semana pasada, cuando el pleno aprobó por unanimidad de todos los grupos que la Cámara Agraria volviera a ser propiedad municipal gracias a la cesión gratuita de su propietaria, la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía. «Esta oportunidad era difícil decirle que no», señaló el alcalde, Raúl Castilla, que ya había pensado en este edificio como sede de la biblioteca desde 2010. Sobre esa fecha comenzaron las negociaciones para lograr esta cesión de este edificio que, recuerda, se construyó «con el esfuerzo de nuestros agricultores».
Una vez adquirido el edificio, toca volver a negociar con la administración autonómica para cambiar su uso de agrario a general, para así poder albergar la biblioteca. Durante ese periplo, el alcalde sanluqueño tiene previsto reunirse con los clubes de lecturas, profesionales y entidades para trabajar en un nuevo diseño que sea lo más beneficioso para los 15.000 visitantes que acuden al año a estas dependencias.
Castilla aclaró que la ubicación en el Ecocentro quedó descartada porque implicaba una modificación del planeamiento urbanístico que eternizaría la apertura de la nueva biblioteca. Con la alternativa de la Cámara Agraria, en cambio, el camino parece más llano, incluso en el aspecto de la financiación para la rehabilitación y adaptación del inmueble. Al respecto, el Consistorio maneja dos opciones para una actuación que supondría un coste de 650.000 euros. Una sería acogerse a una nueva edición –la de 2019– del Plan Supera de la Diputación. La segunda es más directa, pero a la vez más compleja, ya que implicaría convencer al Ministerio de Hacienda de que les permita destinar parte del superávit municipal de 2017 –1,2 millones de euros– en estos trabajos, pese a que todavía tienen pendiente el pago de deuda bancaria.
Sea una u otra, la decisión de mudarse parece ya tomada. Además, tendría un efecto dominó beneficioso desde el punto de vista social. Con el traslado, el Ayuntamiento haría uso de la actual sede de la biblioteca para albergar el centro de atención infantil temprana, que atiende a más de 80 niños con necesidades especiales no solo de Sanlúcar, sino del resto del Aljarafe. De hecho, los últimos planes de inversiones se destinaron a eliminar las barreras arquitectónicas y adaptar este edificio a las necesidades de este colectivo. De todos modos, si no es finalmente del gusto de los interesados, también se abriría la posibilidad de que compartiera espacio con la biblioteca en la misma Cámara Agraria.