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Actualizado: 09 may 2020 / 15:36 h.
  • La campaña del girasol sevillano arranca con buenas perspectivas

La campaña del girasol de 2020 arranca en Sevilla con muy buenas previsiones por parte del sector por, entre otras cosas, el buen precio de la variedad alto oleico, que supone el 90 % de la superficie plantada en suelo andaluz.

Son datos que auguran una buena campaña para los agricultores de la provincia sevillana, pero que se tendrán que confirmar en función de cómo avance el crecimiento de las plantas. A finales de mayo los campos estarán en su apogeo y entonces se podrá tener una idea mucho más clara de cómo se plantean los números de la temporada.

Por el momento, la plantación se ha realizado, y ahora falta que los campos se inunden de amarillo. A falta de confirmar el número de hectáreas plantadas, el responsable de cultivos herbáceos en Coag-Andalucía, Ramón García, ha dicho que la superficie “será más o menos la misma, quizás un poco más alta”, subrayando que “los agricultores se han animado este año debido a los mejores precios del año pasado en el alto oleico, de ahí que las siembras de este año sean en torno al 90 % de girasol de esa variedad”.

Esperando al clima

Sobre la ayuda que el clima podría prestar a los agricultores, ha dicho que “a estas alturas del año el cultivo apunta muy bien gracias a las generosas lluvias de los meses de marzo y abril”, con lo que hay buenas perspectivas en este sentido.

No obstante, las características propias del girasol ayudan a que salga adelante. Es una planta que no requiere agua, al tener una raíz pivotante, que aprovecha bien la humedad profunda, y si incluso lloviese en mayo o durante la floración ya sería perfecto”, ha recordado.

Por el momento, se trabaja con la referencia de 2019. El año pasado, la producción rondó las 230.000 toneladas, una cifra un 35 % inferior a la del año anterior, en la que se llegó a las 312.000 toneladas.

Líder nacional

La provincia de Sevilla es la primera productora de girasol de España. No obstante, perdió en 2019 más del 23 % de su superficie. La campaña que se cerró en el verano del año pasado se quedó en la provincia hispalense con 126.000 hectáreas, 38.000 menos de las que se sembraban cinco años antes.

El año pasado, Asaja emitió un informe que avisaba de que el girasol, la mejor alternativa agronómica a los cereales en secano, ve amenazada su continuidad en Andalucía, “donde los precios de ruina que paga la industria extractora, los más bajos de toda Europa, están fomentando la retirada de tierras y la búsqueda de cultivos alternativos, dado que las cotizaciones actuales están muy por debajo de los costes de producción”.