Antes de que se inicie el paro indefinido previsto de médicos de familia y pediatras en toda Andalucía, a partir del día 20, la Plataforma por la Defensa de la Sanidad Pública en Lebrija ha iniciado un encierro en el centro de salud de esta localidad del Bajo Guadalquivir. El grupo de vecinos encerrado desde anoche protesta por la situación “tan deplorable” en la que se encuentra la asistencia sanitaria de Lebrija, después de que en los últimos años, incluidos los de pandemia, no parezcan haber servido de nada otras tantas protestas en las que ha participado también el alcalde, Pepe Barroso (PSOE). De hecho, cada 15 días ha habido concentraciones en las puertas del centro de salud e incluso se han convocado varias manifestaciones, la última de las cuales reunió a más de 5.500 lebrijanos.
La situación, según denuncian los vecinos, ha alcanzado ya límites intolerables. La permanente falta de personal sanitario en el centro de salud está limitando el acceso de los vecinos a la asistencia sanitaria pública, como si fuera un lujo muy excepcional. No se cubren bajas y no existen pediatras desde hace años en el pueblo. Las cuatro plazas que tienen adjudicadas, de hecho, son ocupadas por médicos de familia sin más.
La plantilla de médicos de familia es de 15 doctores, un número insuficiente para una población que roza los 28.000 habitantes, pero es que esa plantilla teórica no se ha cubierto en la práctica ni siquiera en plena pandemia. La consecuencia, arrastrada y agravada conforme han pasado estos últimos años, es que cualquier cita médica se retrasa ya hasta 30 días, con picos demás de 40. Se ha normalizado ya que las consultas sean telefónicas. Las agendas de citas se bloquean al llegar a los 15 días, por lo que resulta imposible acceder a las mismas a través de la web o de Salud Responde. “Salud Responde no responde nunca”, dicen los vecinos con una mezcla insana de humor e indignación. Ello provoca, casi a diario, colas y aglomeraciones en el centro de salud que desembocan en la crispación ciudadana.