La antigua Escuela de Capataces de Los Palacios y Villafranca, asentada en una enorme parcela a tres kilómetros del núcleo urbano, en la carretera de La Corchuela, se convirtió cuando dejó de ser tal -a mediados de los 80 del pasado siglo- en un Centro de Investigación y Formación Agrarias (CIFA) y últimamente en uno de los 16 centros IFAPA (Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera) de la Junta de Andalucía que, según la información de su propia web, busca “ser un instrumento ágil y eficaz, volcado en impulsar la investigación, la innovación tecnológica y la formación en el ámbito de la agrícola, pesquera y de las industrias alimentarias”. En rigor, y teniendo en cuenta que el nuevo IFAPA organiza cursos de formación o reciclaje -la mayoría online- y encuentros de innovación agrícola a lo largo del año y gracias a un personal allí muy exiguo, nada tiene que ver con aquella Escuela de Capataces de los años 70 y 80 que contaba con casi 200 alumnos internos incluso procedentes del extranjero, con 35 trabajadores, parcelas de cultivo, invernaderos, almacenes, aulas de prácticas, talleres, almacenes de paja, una envidiable escuela de frío industrializada, decenas o centenares de vacas, cerdos y ovejas merinas y “hasta una piscina, campos de fútbol y una pista de tenis”, como recuerda nostálgico Juan Parra, que coordinó allí la formación y que ahora pasea indignado por “el abandono en el que se encuentra todo esto”. Parra es el presidente de la recién constituida asociación Sembrando ilusiones, que busca aprovechar aquel terreno y aquellas infraestructuras para convertirlos en una residencia de ancianos “para tantos agricultores y agricultoras jubilados como vamos a tener dentro de muy poco”.
Está claro que los tiempos han cambiado. Y la función de aquella escuela de capataces también. Hace más de un lustro se organizaba allí la célebre Feria Agroganadera del pueblo, antes de trasladarse a los terrenos de la misma feria de farolillos, junto al polígono industrial El Muro. En las últimas décadas, un instituto de Formación Profesional de Dos Hermanas ha acogido a miles de alumnos de toda la comarca que se han formado en cuestiones agropecuarias. El instituto palaciego Almudeyne estrenó hace un par de años, y con éxito desde entonces, un módulo dual (con prácticas) de estas disciplinas. De hecho, la primera idea del Ayuntamiento, y hasta del instituto, fue aprovechar las instalaciones de la antigua escuela de capataces, pero finalmente no fue así, entre otras razones porque aquellos terrenos siguen siendo de la Junta de Andalucía según un convenio firmado con el Consistorio a comienzos de los 70 del pasado siglo, cuando el pueblo puso el suelo y la Administración (entonces el Gobierno central) puso todo lo demás para convertir aquellas instalaciones en un centro formativo ideal para la época.