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Actualizado: 24 ago 2020 / 12:48 h.
  • Los pueblos de este lado del Guadalquivir fumigan contra el virus del Nilo

La Junta de Andalucía ha tenido que abrir la veda para la lucha contra el mosquito después del aumento de infectados por el llamado virus del Nilo, que no solo ha acabado con la vida de dos personas en los últimos días, sino incluso de caballos. Y no solo en la margen derecha del Guadalquivir, cuyos municipios de La Puebla y Coria del Río han sido los más castigados, sino también en la margen izquierda, pues según los datos contabilizados hasta el pasado viernes había habido un incremento preocupante de contagios entre el ganado equino: tres caballos en Los Palacios y Villafranca, otros tres en Las Cabezas de San Juan y cuatro en Lebrija. El presidente del Ejecutivo andaluz, Juanma Moreno (PP), recordó hace solo unos días que, hasta ahora, la fumigación siempre había tenido “unas limitaciones de carácter de salud pública y de salubridad para el medio ambiente”, pero que “ahora ya se han superado todas esas premisas para hacer una fumigación masiva en toda la zona que se ha identificado donde se puede reproducir el mosquito”. Hace más de una semana fumigaron también en pueblos del Aljarafe como San Juan, Tomares o Gelves.

Los pueblos del Bajo Guadalquivir, en la margen izquierda, habían tomado en cualquier caso la resolución, por su parte, de fumigar zonas verdes y poblados cercanos a la marisma la semana pasada. El primero en hacerlo fue Dos Hermanas. Y para ello han contratado incluso a empresas especializadas, bien del mismo municipio, como en el caso de Lebrija, donde se está encargando de la fumigación desde hoy mismo la empresa local de David Vargas; bien de fuera, como en el caso de Los Palacios y Villafranca, cuyo Ayuntamiento ha contratado a la misma empresa que lleva dos semanas fumigando en La Puebla del Río: Dedesin SL, cuyo director técnico, Rafael Sánchez, explicaba hoy en el poblado palaciego de Chapatales que empiezan el plan de actuación por las pedanías (también El Trobal y Maribáñez), “por ser la zona de mayor influencia de la marisma” y seguirán “durante toda la semana en el municipio, empezando por las zonas de mayor tránsito y donde haya más vegetación, como parques y jardines, que es donde más abunda el mosquito”. Sánchez ha insistido en que “el tratamiento, a base de permetrina y tetramina, es muy efectivo porque mata al mosquito adulto y corta el ciclo evolutivo”. El responsable de la empresa de fumigación ha asegurado que el tratamiento es “inocuo para las personas”, que solo deben privarse de pasar por las zonas fumigadas “en el momento de la fumigación”, si bien “pondremos carteles de aviso”.

En Lebrija, las tareas de fumigación empezarán a partir de las 19.30 horas. Desde el Ayuntamiento, se ha recomendado a la población que permanezca alejada de las zonas en cuestión mientras se aplica el tratamiento, cuya actuación tiene una duración de dos horas. Se aconseja, igualmente, evitar zonas de concentración de mosquitos, prestando atención, muy especialmente, a la limpieza de aquellas zonas en las que se puede estancar el agua, albercas, lavaderos, fuentes o cualquier recipiente susceptible de acumular agua (macetas, cubos, juguetes...). A estas recomendaciones hemos de añadir el uso de ropa que cubra lo máximo posible la piel, evitar el uso de perfumes intensos, sacudir la ropa si ésta ha sido secada al aire libre e intentar no permanecer en zonas exteriores entre el atardecer y el amanecer.

La fiebre por el Virus del Nilo Occidental es una enfermedad transmitida por picadura de mosquitos, no existiendo la posibilidad de contagio de persona a persona. En la mayoría de los casos (en un 80%), cursa de manera asintomática y, en el resto, de manera leve, similar a un proceso gripal. La enfermedad dura entre 3 y 5 días y la recuperación suele ser completa. No existen medicamentos ni vacunas para tratarla de forma específica. Los factores de riesgo para desarrollar la enfermedad a niveles más severos son tener el sistema inmunitario debilitado o, en el caso de personas de edades avanzadas, presentar enfermedades crónicas.