Seguramente, la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) borre algún día la sonrisa de Carmen García Holgado, pero por ahora no puede. Carmen se plantaba anoche en la sede del Ateneo de Mairena del Aljarafe para que ponerle imagen a una realidad: la enfermedad no tiene cura, pero tampoco se está haciendo todo lo posible para ayudar a los enfermos.
Carmen lo explicaba con ayuda de un texto escrito por ella y leído por otra persona. “A día de hoy, el tratamiento alarga la vida de dos a cuatro meses”. Es una dura realidad que en hospitales como el Virgen del Rocío se intenta solventar con un trabajo humano impresionante, pero que no es suficiente.
Es cierto que Carmen tiene los mejores cuidados, y una sonrisa que ilumina una sala. Y un grupo de amigos que son un capital que poca gente puede atesorar. Pero también es verdad que ni los mejores cuidadores pueden hacer que consiga abrazar a sus seres queridos, y esa es otra realidad de una enfermedad que se le comenzó a manifestar con problemas en el brazo.
Por encima del arcoíris
Pero ahí está Carmen, pletórica de ganas de que, al igual que Juan Carlos Unzué, su ejemplo sirva para que los enfermos no se vengan abajo. Y lo hace escuchando como uno de sus amigos toca en el chelo ‘Over the rainbow’, la canción que Judy Garland musitaba en ‘El mago de Oz’, y cuya letra es toda una alegoría a la pelea de Carmen: “Algún día desearé, sobre una estrella, despertar donde las nubes están bien por debajo de mí, donde los problemas se deshacen como gotas de limón”.