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Actualizado: 20 mar 2018 / 22:56 h.
  • Medio centenar de guardias civiles despiden a su compañero
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Tres horas esperando un féretro bajo un intenso frío es una viva muestra del cariño que, en globosidad por la Guardia Civil y en concreto por el agente Diego Díaz, mostraron ayer los vecinos de Guillena. La noticia del hallazgo de su cadáver corrió como la pólvora entre los vecinos, y todavía no habían dado las cinco de la tarde cuando los primeros habían llegado a las puertas del centro cívico ‘La Estación’ para recibir al féretro del cabo primero fallecido.

No obstante, los trámites en el Instituto Anatómico Forense se demoraron más de lo previsto, y a pesar de que, inicialmente, la capilla ardiente iba a abrir sus puertas en torno a las seis de la tarde, no fue hasta casi las nueve cuando llegaba el coche fúnebre. Medio centenar de agentes de la Guardia Civil de distintos acuartelamientos y graduaciones esperaban para hacerle el pasillo de honor a su compañero fallecido, que fue portado a hombros desde el coche fúnebre por los que trabajaban con él en el cuartel de Guillena. Antes, se vivió un momento muy emotivo, cuando el agente más veterano del cuartel del pueblo se abrazó al féretro, sollozando el nombre de su compañero. Muy cerca, y muy afectado, el guardia civil que le acompañó al servicio que acabó con su vida el pasado sábado, sin que él pudiese evitarlo.

El alcalde de la localidad, Lorenzo Medina, el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, y la consejera de Interior de la Junta de Andalucía, Rosa Aguilar, eran algunas de las autoridades que esperaban al coche fúnebre. Una vez dentro, se celebró un responso para los familiares y autoridades, y seguidamente se permitió el paso a los vecinos de la localidad.

Por deseo expreso de la familia, sobre todo por el estado que presentaba la madre del agente, no hubo medios de comunicación en el interior de la capilla ardiente.

Propuesto para Hijo Adoptivo

La capilla ardiente supuso el epílogo a un día de intensas emociones en Guillena en torno a este guardia civil. A las cinco de la tarde, convocado de urgencia por la mañana, el Pleno del Ayuntamiento aprobó una moción institucional en Diego Díaz, en la que, el alcalde hizo público que se ha iniciado el expediente para que sea nombrado Hijo Adoptivo de la localidad.

Los concejales se reunieron por espacio de siete minutos tan sólo, tras un minuto de silencio, con la premisa de ser una reunión “que nunca habríamos querido hacer”, recordando que “la corporación municipal quiere dejar constancia de hechos como reconocer la labor de entrega del Cabo Primero Diego Díaz, no sólo en el momento del fatal accidente, sino en todos los años que ha dedicado al pueblo de Guillena, siendo un vecino más del pueblo”.

El edil agradeció “el magnífico trabajo de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado”, subrayando la labor realizada también en la búsqueda desde el pasado sábado por efectivos de Protección Civil, Bomberos o Infoca, demostrando que, con su acción y entrega, la seguridad de los vecinos y vecinas está en buenas manos”.

Fue una sesión breve de duración pero intensa. Ahora, falta cumplir el trámite, que pase poco el dolor más intenso y que la familia vuelva a Guillena en unos meses para recibir de manos del alcalde el título de Hijo Adoptivo del pueblo en el que quiso quedarse hace 16 años.