A la carretera de Chapatales la llaman así los casi 400 habitantes de esta pedanía de Los Palacios y Villafranca y los propios palaciegos, pero en realidad es un camino de servicio de la zona regable de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) que se identifica oficialmente como SE-9020 y que no solo lleva desde el municipio del Bajo Guadalquivir hasta su pedanía más pequeña y marismeña, sino hasta el poblado utrerano de Pinzón. Más allá, hasta el propio río Guadalquivir, la vía adquiere otros nombres técnicos: SE-9009 y SE-9013, aunque en realidad es un mismo sendero -a veces mal asfaltado a veces de pura grava-, cuyo adecentamiento se parece demasiado al cuento de la buena pipa. Es de competencia de la CHG, pero en el año 2007 se firmó un convenio de colaboración entre esta y la Diputación provincial de Sevilla por el que la primera arreglaría la vía y se la cedería al ente supramunicipal para que se ocupase a partir de entonces de su mantenimiento. Sin embargo, no se ha hecho nada al respecto.
Y ya ha llovido, como testimonia el penoso firme después de cada invierno en que son los arroceros de la Cooperativa del Bajo Guadalquivir quienes se ocupan de que sus camiones puedan transitar por un camino que cada vez es más “intransitable y peligroso”, como lo ha calificado el alcalde palaciego, Juan Manuel Valle (IU), que está preparando movilizaciones con los vecinos, los alcaldes pedáneos y las cooperativas de la zona. Ahora en verano, la polvareda que se levanta cuando pasa un solo vehículo tarda en disiparse.
“Por aquí salen cada año 60 millones de kilos de arroz”, se queja el presidente de la cooperativa arrocera, Vicente Cebolla, “y eso sin contar la remolacha y otros productos que salen de la marisma”. “Y llevan muchos años diciendo y no haciendo nada”, añade. La propia señalización de la carretera alude al mal estado del firme, y limita la velocidad a 40 Km/h, tope que por supuesto nadie respeta, ni los cientos de agricultores que pasan cada día por aquí ni los estudiantes que vienen en coche ni los vecinos que tienen que trasladarse al núcleo urbano de Los Palacios o a centros hospitalarios.
Concentraciones
El alcalde palaciego ha recordado que, desde 2017, llevan “muchos escritos enviados” tanto a la Diputación de Sevilla como a la CHG. Pero todo parece papel mojado. “Cuando hacemos una pregunta en el Pleno de Diputación, hacen el paripé y al final ninguna de las dos instituciones terminan de resolver el problema, que lo podrían hacer perfectamente, cofinanciándolo, o respetando aquel convenio de hace más de una década, igual que están arreglando otras carreteras de la provincia, pero no le dan la importancia que tiene”, se queja Valle.